Jets vs Dolphins: una rivalidad adormecida – Desde la yarda 1
“Los aficionados a los Jets no tienen mucho de qué emocionarse. Es por eso que confían cada año en que su equipo le ganará, al menos, un juego a los Dolphins.” – Kevin Lerner, periodista del South Florida Sun Sentinel
En el mundo de rivalidades divisionales en la NFL en la actualidad, hay muchas otras que nos vienen a la mente antes que Jets vs Dolphins: Packers vs Bears, Cowboys vs Washington, Eagles vs Giants, Steelers vs Ravens, Chiefs vs Raiders y Seahawks vs 49ers, por ejemplo.
No obstante, la rivalidad entre Jets y Dolphins tiene capítulos suficientes, como para ser considerada una de esas que deberíamos tener marcadas en el calendario cada año.
Jets vs Dolphins, rivalidad de grandes mercados
Comencemos por las ciudades sede de los equipos. Por un lado tenemos New York, la Gran Manzana, la Ciudad que nunca duerme, sede de los grandes rascacielos y los grandes empresarios. Cálida en el verano y helada en el invierno. Una afición y una prensa orgullosa de sus equipos deportivos (más allá de la NFL) y su historia, pero a la vez, implacable ante la falta de éxitos deportivos en años recientes.
Por otro lado, tenemos Miami. Casa del glamour y patio de las celebridades. El lugar donde el clima es perfecto todo el año, con sus hermosas playas y gigantescas mansiones. El sitio adonde la leyenda más reciente del basketball, Lebron James mudó sus talentos para, por fin, ganar un campeonato en la NBA, pero, sobre todo, hogar de la única temporada invicta en la NFL, y que, al igual que su vecino del norte, no ha gozado de muchos éxitos deportivos en estos tiempos.
Los triunfos en la NFL llegaron rápido
Si hacemos un poco de memoria, estos fueron dos de los equipos más exitosos en sus inicios de la NFL. Los Jets anunciando su triunfo (y haciéndolo efectivo) en el Super Bowl III, en una de las sorpresas más grandes en la historia del deporte y, los Dolphins, dominando los inicios de la década de los setenta, llegando tres a Super Bowls y ganando dos de ellos.
Desde ese entonces, las diferencias eran abismales entre ambos equipos, particularmente en el estilo de sus quarterbacks. Por los Jets, teníamos a Joe Namath: elegante, arrogante y espectacular a la hora de lanzar el balón. Por los Dolphins estaba Bob Griese: callado, con esas particulares gafas que lo hacían ver raro jugando al futbol americano, y con un estilo más de jugar a la segura y dejar que sus compañeros brillaran.
Eso sí, ambos quarterbacks pueden presumir algo que pocos: Ambos fueron parte de los únicos Super Bowls que Jets y Dolphins han ganado.
Los años ochenta marcaron caminos separados
Adelantamos una década el reloj y nos vamos a los años ochenta. Particularmente, a 1983, considerado por muchos como el de la mejor clase de prospectos colegiales en la historia de la NFL. De entrada, estaba John Elway, objeto del deseo de cualquier franquicia. Más abajo en la lista, encontramos nombres como Eric Dickerson, Bruce Matthews, Jim Kelly, Tony Eason, Curt Warner (el corredor que se fue a Seattle, no confundir con el quarterback cuyo nombre comienza con K) Darrell Green, Ken O’Brien y Dan Marino.
Esos últimos dos (Marino y O’Brien), protagonizaron uno de los momentos más interesantes durante ese Draft del 83, y terminaría marcando un episodio más en la historia de la rivalidad entre ambas franquicias.
Necesitados de quarterback, llegaban a ese Draft varios equipos como Colts, Broncos, Chiefs, Bills, Patriots, Steelers, Jets y Dolphins. Tras el escándalo entre Colts y Broncos porque John Elway obligó a que Indianápolis lo cambiara a Denver; los Chiefs tomaron a Todd Blackledge con la séptima posición. Luego, Buffalo a Jim Kelly, New England a Tony Eason.
Momento clave en el Draft, pues todo indicaba que Pittsburgh tomaría al héroe local, Dan Marino, dejando que Jets y Dolphins se pelearan por el gran prospecto restante, Ken O’Brien. Caprichoso como es el Draft, Steelers apeló a su ADN y tomó a Gabe Rivera, tackle defensivo, dejando el camino libre para que los Jets seleccionaran a Dan Marino, quien un año antes había sido considerado el mejor prospecto colegial, pero que, gracias a un escándalo donde supuestamente usó sustancias prohibidas en su último año universitario, los equipos lo consideraban de alto riesgo.
y así, sucedió lo que se esperaba. Los Jets, también fieles a su ADN, tomaron a quien no debían con la posición 24: Ken O’Brien, quarterback de California-Davis. Era cuestión de minutos para que Don Shula y los Dolphins estuvieran on the clock y seleccionaran a Daniel Constantine Marino Jr.
Momento cumbre: el fake spike
Esa decisión se encargaría de castigar a los Jets por más de dos décadas, particularmente, en un momento de Dan Marino contra los Jets que está grabado en la memoria de los aficionados a Miami: el famoso fake spike en los últimos segundos de un juego que aún resuena en los pasillos de ambos equipos, ejecutada a la perfección por Marino un 27 de noviembre de 1994 en New York.
Con una asistencia récord en el estadio de los Jets, los neoyorquinos necesitaban ganar ese juego para afianzarse como líderes divisionales y, parecía lo iban a lograr, pues llegaron a tener ventaja de 24-6 en el marcador. Sin embargo, la magia de Dan Marino apareció para, con esa jugada, darle el triunfo a Miami 28-24, dejando tendidos a los Jets con marca de 6-6, gracias a esa jugada de engaño de la ofensiva de Miami que fingió azotar el balón para hacer que la defensiva de NY bajase la guardia y así ejecutar un pase de TD para dar la vuelta al marcador por 28-24.
Tras la derrota, los Jets caerían en una espiral descendiente perdiendo el resto de sus juegos esa temporada, acabando con marca de 6-10. Pete Carroll sería despedido como head coach del equipo y los Jets ganarían solo tres juegos en sus siguientes 2 temporadas.
Puente al presente: Jets vs Dolphins esta Semana 15
Ubiquémonos en el presente. Hablar de Jets y Dolphins, hoy en día, es hablar de malas selecciones de Draft. Campañas perdedoras y, de ver a los Patriots dominar el AFC East.
Para los Dolphins, son 23 quarterbacks titulares desde que se retiró Marino (los pondría en una lista, pero para eso requiero un artículo nuevo). Cada uno con la peculiaridad de estar más en el olvido que en la memoria de los Dolphins.
Para los Jets, salvo aquellas dos geniales temporadas de 2009 y 2010 –donde llegaron a la antesala del Super Bowl–, la historia está repleta de derrotas dolorosas e innumerables selecciones de Draft intentando encontrar al siguiente Joe Namath.
A pesar de todo esto, ambos equipos confían en que el futuro traerá, por fin, tiempos brillantes como aquellos que vivieron a inicios de los años setenta. Zach Wilson, a pesar de estar lidiando con una rocosa campaña de novato, ha mostrado algunas cosas que hacen pensar puede despegar a los Jets a la altura que merece su afición. Tua Tagovailoa, con los ojos del mundo sobre su espalda por haber sido seleccionado antes de Justin Herbert, se está afianzando en su rol de líder del equipo, mostrando preparación y mejora en cada juego.
Este domingo de Semana 15, Jets y Dolphins vivirán el capítulo 113 de su rivalidad. Para Miami, es un juego por demás importante, ya que se juegan mantenerse en la pelea por un lugar de playoffs. Para Nueva York, es romper la racha de tres derrotas ante Dolphins y, dar esperanza a sus aficionados de que el futuro con el head coach Robert Saleh promete buenas cosas.
¿Qué esperas del Jets vs Dolphins de esta semana 15? Te leemos en los comentarios bajo este artículo y en nuestras redes sociales.