Tener Paciencia en la NFL paga con QB como Allen y Tua- Café Lombardi

Este domingo de Semana 3 de la NFL, tras el épico partido que enfrentó a los Miami Dolphins y Buffalo Bills, con victoria de los primeros y que les deja 3-0 como único invicto de la AFC, pudimos ver como los pasadores Tua Tagovailoa y Josh Allen se fundieron en un abrazo donde un mucho más entero Tua consolaba a un roto y desconsolado Allen, que hizo lo posible y lo imposible para que su equipo pudiera vencer en ese sauna que fue el Hard Rock Stadium.

Mientras el pasador de los Dolphins apenas estuvo unos 20 minutos en el campo, el pasador de los Bills estuvo más de cuarenta minutos de tiempo de juego real bajo el abrasador sol de Miami y con una humedad terrible: 

 

 

El abrazo fue algo más que el tremendo respeto que los dos pasadores se tienen, ambos tienen mucho más en común de lo que cabría esperar: la carrera de obstáculos que han tenido que protagonizar para estar donde Allen ya está, y Tua está llegando. Y ambos están allí gracias a una virtud perdida hace tiempo en la NFL: la paciencia, virtud de los Dioses para desarrollar a un QB, el puesto más difícil de todo el football.

 

El tortuoso camino de Josh Allen a élite de los QB

 

Nadie hoy cuestiona que Josh Allen es una de las estrellas más rutilantes de la liga, pero su periplo hasta ser considerado como uno de los grandes candidatos al MVP no ha sido un camino de rosas. Ya tuvo difícil encontrar un equipo en la NCAA hasta acabar en Wyoming, pero una vez que fue parte de la liga universitaria, la inmensa mayoría de los llamados draftniks, con la honrosa excepción de Mel Kiper, no le consideraban élite: por delante estaban Baker Mayfield, Sam Darnold o Josh Rosen como merecedores de mayor consideración.

Los dos primeros años de Josh Allen no fueron nada fáciles: un tremendo atleta muy peligroso en el juego de carrera, pero su brazo a pesar de su potencia dejaba mucho que desear, además de sus mecánicas poco pulidas y su escasa capacidad de lectura en la bolsa. En su tercer año en Buffalo, el gran trabajo de anterior de Brian Daboll –y sobre todo del coordinador ofensivo actual Ken Dorsey– se empezó a notar. Para rematar la evolución del pasador, le trajeron en un intercambio al receptor Stefon Diggs, un WR con el que Josh Allen tardó muy poco en compenetrarse a la perfección.

El tercer año en la NFL de Allen fue la confirmación oficial de su progreso y mejoría y que el cuarto solo certificó de manera definitiva, el pasador se mete ahora en el mismo vagón que Patrick Mahomes, Aaron Rodgers o Tom Brady, considerado ya del club de los grandes pasadores protagonizó un duelo épico contra Patrick Mahomes en la ronda de Divisionales de 2022.

 

El accidentado aterrizaje de Tua en la NFL

 

Por su parte, Tua Tagovailoa fue un recluta cinco estrellas por lo que no tuvo problema alguno para jugar en la NCAA y acabó por elegir Alabama, donde en apenas tres años tuvo un paso fulgurante que lo llevaba directo al número 1 del Draft NFL 2020, de no mediar una grave lesión de cadera. A pesar de las inmensas dudas que generaba su recuperación plena, los Dolphins decidieron seleccionarlo justo por delante de Justin Herbert.

Los dos primeros años de Tua en Miami no pudieron ser más sombríos y desperdiciados por muchas razones: pésimos coordinadores ofensivos, una línea ofensiva inexistente e incapaz de proteger al pasador y la falta absoluta de juego de carrera y talento en las demás posiciones del ataque. Por encima de todo ello destaca la figura de Brian Flores, un entrenador jefe que nunca lo quiso y que movió los hilos para que trajeran al controvertido Deshaun Watson. La pésima gestión de Brian Flores en ataque, y en particular con Tua que en todo momento actuó con absoluta profesionalidad, le acabó costando el puesto de trabajo.

Sin embargo, la llegada del coach Mike McDaniel ha revivido la carrera de Tua y se empiezan a ver todas las virtudes que lo hicieron ser uno de los prospectos más prometedores de la NCAA. El entrenador en jefe ha confiado en él desde el primer día, lo ha rodeado de talento y poco a poco va cimentando una línea ofensiva que le da tiempo y protección. Tua ha respondido con dos partidos muy sólidos y una espectacular actuación ante los Baltimore Ravens.

Su respuesta ha sido tal, que el pasado domingo más de sesenta mil seguidores del Hard Rock Stadium tuvieron el corazón en un puño durante más de 20 minutos pensando que una posible conmoción cerebral podría mandar pasador al vestuario. Tua regresó en la segunda parte para liderar la remontada ante los Bills y confirmar que es el QB que Miami ahora mismo necesita. 

 

Las virtudes de la paciencia y el entorno

 

Si Miami y Buffalo no hubieran tenido paciencia con el desarrollo de sus QB –algo que en la NFL se ha perdido– ni les hubieran rodeado de buenos jugadores, muy probablemente tanto Allen como Tua hubiesen sido material de traspaso y sus carreras serían ya como las de Trubisky, Goff, Wentz, Mayfield o Darnold: un continuo ir y venir a diferentes equipos intentando rehacer sus carreras. 

Grandísimos pasadores como Manning o Brees tuvieron grandes carreras gracias a que sus equipos tuvieron una infinita paciencia. Brady no debutó hasta su segundo año, en sus primeras temporadas sus números fueron muy modestos y New England ganaba con una enorme defensa y un buen juego de carrera. Rodgers estuvo más de tres años a la sombra de Favre.

El Acuerdo Colectivo entre la NFL y el Sindicato de Jugadores de 2011 trajo el QB de precio tasado, y los equipos gastan elecciones sin mucho criterio en QB, además de se les agota la paciencia en apenas un par de temporadas. No ha sido el caso de estos equipos de la AFC East con Allen y Tua, pero habrá que seguir muy de cerca los pasos de Justin Fields o Trevor Lawrence, dos pasadores que tuvieron la desgracia de caer en pésimos entornos, en equipos que ya han demostrado en el pasado que la paciencia no es, precisamente, una de sus virtudes.

¿Qué opinas del nivel actual de Tua y Allen gracias a la paciencia en sus procesos de la NFL? ¿Qué le espera a otros como Fields o Lawrence? Te leemos en los comentarios bajo esta columna y en nuestras redes sociales.

 

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