Stephen Ross quiere ganar como sea, pero no todo vale en la NFL – Café Lombardi
Todos hemos sido niños y todos hemos sufrido diferentes castigos por no portarnos bien. El mayor castigo que como niño te pueden aplicar es privarte de tu juguete favorito. A Stephen Ross, propietario de los Miami Dolphins, la NFL le ha impuesto una de las mayores sanciones conocidas, no podrá tocar su “juguete favorito” hasta el próximo 17 de octubre. Adicionalmente es sancionado con 1.5 millones de dólares, cantidad irrisoria para un billonario. Por último, el equipo también recibe sanciones: la pérdida de la 1ª ronda del draft de 2023 y de una 3ª ronda del 2024, lo que supone que afectará también a la parcela deportiva, los Dolphins tendrán menos recursos para reforzar su plantilla.
¿SON JUSTAS LAS SANCIONES?
Hablar de justicia de las sanciones en la NFL es hablar de una quimera, lo único que realmente sabemos es que las sanciones son arbitrarias. Y decimos que son arbitrarias porque absolutamente nadie sabe a qué atenerse cuando Roger Goodell desenvaina su espada de Damocles, igual te caen dos partidos que te sanciona a perpetuidad. Si algo ha dejado claro la reciente resolución de la ex juez federal Sue Robinson a raíz del caso DeShaun Watson es la absoluta falta de criterio en materia sancionadora de la NFL.
La gravedad de las sanciones impuestas, sobre todo la pérdida de elecciones de draft, sugieren que la NFL no está solamente sancionando por aquello que dice oficialmente que está sancionando, el “Tampering”, sino que las sanciones tienen una parte más oscura y que la NFL no puede públicamente decirlo, sancionan porque Stephen Ross quiso perder partidos de forma deliberada para mejorar la posición del equipo en el draft. Hablamos de la palabra maldita, del elefante en la habitación que nadie quiere ver, el “Tanking”. El mensaje implícito de Roger Goodell es muy claro, la NFL no va a tolerar una práctica tan poco deportiva como poco ética como es el Tanking, no al menos de la forma tan explicita como quiso llevarla Stephen Ross.
¿PERO QUÉ PASA CON EL TAMPERING?
Hay que ser muy inocente, o muy ingenuo, para pensar que el Tampering no es una práctica constante en la NFL. No hay más que ver lo que sucede cada año cuando empieza la Agencia Libre, en cuestión de minutos los agentes libres más preciados están comprometidos en años, salarios, bonus, etc… Nadie puede creerse que unos contratos tan complejos, con fortísimas ramificaciones en forma de estructura salarial durante años, se negocian en apenas minutos entre agentes y equipos. Esos contratos, que curiosamente se dan a conocer además en un periodo de días que es conocido como “Tampering legal”, llevan semanas negociándose. En el Combine, que se celebra pocos días antes de la apertura de la agencia libre, se ven las caras propietarios, Front Office y agentes, y no para hablar de la familia o el tiempo.
El “Tampering” es una práctica que se produce cada día solamente que nadie lo quiere reconocer de forma pública. El agente de un jugador que acaba contrato ya está negociando no solo con su equipo, sino con terceros, algo que le sirve para saber el valor de mercado de su jugador, arma que esgrimirá en sus negociaciones. El problema de Stephen Ross es que él lo ha llevado muy lejos, lo ha hecho de forma muy torpe y descarada, de una manera tan poco decorosa y con la mayor estrella de la la liga, Tom Brady, que a la NFL no le ha quedado otra solución que sancionarlo.
STEPHEN ROSS QUIERE GANAR COMO SEA
Stephen Ross lleva años demostrando que quiere ganar y que hará lo que sea necesario para hacerlo. Desde que es propietario de los Miami Dolphins estos han intentado fichar a los mejores agentes libres y han intentado atraer a los candidatos a entrenador mejor posicionados. ¿Y todo ello para qué? Una presencia en la post temporada con el saldo de una derrota y un equipo que lleva dos décadas sumido en la más absoluta de las mediocridades.
Tras intentarlo de todas las maneras posibles en 2019 quiso emprender un nuevo camino, un camino que pasaba por hacer lo que nadie quiere oír, el Tanking. Otras franquicias lo han hecho en el pasado, los Colts con Andrew Luck, los Buccaneers con Jameis Winston y más recientemente los Bengals con Joe Burrow, o el caso más descarado, los Browns. Pero de aquellos equipos nunca supimos que desde la propiedad se “invitara amablemente” al resto de estamentos de la franquicia a buscar derrotas, aunque fuera en tono jocoso, distendido y seguramente con algunas copas de alcohol de por medio para quitarle importancia.
Para echar sal sobre la herida lo anterior se mezcló con unas prácticas de tampering descaradas y absolutamente descabelladas, Stephen Ross le dejó servido en bandeja de plata la sanción a Roger Goodell. El mensaje del Comisionado es muy claro, no vamos a permitir que el juego quede dañado por equipos que buscan las derrotas y por eso el castigo se produce en forma de elecciones de draft, que a fin de cuentas es de lo que se busca con el tanking, mejorar tu posición en el draft.
El tampering es tan solo la excusa, una práctica tan extendida y aceptada que hasta la fecha había recibido sanciones irrelevantes, además de que solo se debería sancionar a quien la practica, el propietario en su afán de todo vale. El Tanking es algo mucho más grave y que afecta a la integridad del juego, además casualidad o no, en la NFL yo no creo en las casualidades ¿Nadie ha caído en que la NFL se ha aliado comercialmente con las principales casas de apuestas deportivas y que algo como el tanking en el mundo de las apuestas es absolutamente inviable e inaceptable?