El caso de Jon Gruden no es el único y la NFL debe ir a fondo

Este lunes por la noche, el hasta entonces entrenador en jefe Jon Gruden presentó su renuncia en Las Vegas Raiders después de la filtración de varios correos electrónicos que envió en un periodo de aproximadamente ocho años al entonces presidente de los entonces Washington Redskins, Bruce Allen. En estos correos Gruden utiliza comentarios racistas, homofóbicos y misóginos para referirse a varios aspectos de la NFL.

Sin duda, los Raiders son los menos culpables en esta situación y desafortunadamente se encuentran en una situación en la que no tienen que estar inmiscuidos y que a mí parecer, dejar ir a Gruden fue lo mejor que pudieron hacer para enfocarse en el resto de su Temporada NFL 2021.

No obstante, el punto aquí no es que Gruden fuera expuesto, sino el clima persistente de misoginia, homofobia y racismo por parte de algunas personas dentro del deporte. Creer que Gruden es el único con estas conductas expuestas es vivir en la ingenuidad, y creer que porque estos comentarios no son “de hoy” las acciones de Gruden no son tan relevantes, es defender lo indefendible.

Esto no es una teoría de conspiración contra los Raiders o contra el propio Gruden, esto es una muestra de acciones sexistas y racistas que ya hemos encontrado en equipos como el Washington Football Team en años anteriores y que terminan siendo olvidadas porque, en lugar de atacarlas, solo se entierra o destierra a quienes fueron (o son) parte de esto.

Hasta hoy, realmente no ha pasado nada con todo lo encontrado en Washington. Hoy Gruden se fue, pero ¿cómo se van a cambiar este tipo de conductas?

Del otro lado, creer que Gruden cambió de dos años para acá es, de nuevo, un acto de ingenuidad. Por supuesto que una persona puede deconstruirse, arrepentirse y cambiar. Por supuesto que las personas merecen una segunda oportunidad, porque en muchas ocasiones, esa mentalidad y conductas son aprendidas desde muchos años atrás y están tan arraigadas que toma años darse cuenta, y ojalá Gruden pueda hacerlo. Sin embargo, para cambiar una conducta que se repitió por –al menos– ocho años, lo primero que tienes que hacer es disculparte, no con tu afición, sino con los grupos que tu conducta afectó.

Para mí, esto es solo la punta del iceberg de conductas que a diario se reproducen en la sociedad, y probablemente con varias personas más en otros equipos, pero que espero, por el bien del deporte, se logren atacar. No es solo Gruden, no solo es el Washington Football Team: son esferas de poder que permiten y cobijan este tipo de actitudes, precisamente porque en unos meses se olvidan.

Y por favor, no acabemos restándole importancia a esto porque otros equipos o personas han hecho cosas peores, no es que “Washington acosó más”, no es que Jon Gruden lo haya hecho “hace diez años”, es que, en ningún momento, ni Allen ni Gruden entendieron el peso de sus acciones o comentarios, y jugaron con ese poder.

 

Comments (6)

  1. Bernardo

    Viva Grudne

  2. Armando González Aragón

    PERSECUCIONES INÚTILES, SIMPLEMENTE PONER LÍMITES Y RESPETARLOS EN EL FUTURO, QUERER CAMBIAR EL PASADO ES IMPOSIBLE

  3. Fernando

    Siempre con perspectiva y deconstrucción
    Totalmente necesarias estas persecuciones

  4. Excelente artículo, no se quién lo escribió pero excelente enfoque!

  5. Pancho Pantera

    Vaya tonterías, la intolerancia es hacia todos lados, si una persona tiene una mentalidad retrógrada, misógina, homofóbica ya sale todo mundo a querer colgarle o linchar, que se jodan… Cada quien puede pensar lo que se le de la gana, no defiendo lo que hizo, que a mí tampoco me agrada, pero me importa un huevo.Los grupos “afectados” con esos comentarios son una verdadera sarta de idiotas con una mentalidad de cristal donde todo es ofensa, forjen su maldito carácter.

  6. No había escape para Gruden, debía ser despedido y en beneficio de los Raiders y si mismo, prefirió renunciar. Sin embargo, también es víctima de una cacería de brujas. Tampa lo retiró de su anillo de honor (consevsndo a figuras como Warren Sapp). Me parece excesivo considerando que el SB que ganó con Tampa fue muchos años antes de los e-mails y nada tiene que ver en el asunto. Gruden ya perdió millones, además de que nunca volverá a trabajar como entrenador ni como comentarista. Se borraran sus logros de la Historia de la NFL. Otros entrenadores como Belichik y jugadores como Rey Lewis y Antonio Brown como si nada. La cultura de la cancelación alcanza incluso a los Rolling Stones, que han preferido dejar de tocar “Brown Sugar” para no ofender a los gringos. Mientras tanto Snoop Dogg y otros raperos que promueven la misoginia y cantan sobre matarse entre ellos o matar policías aparecerán al medio tiempo del Super Bowl. En fin, la hipocresía

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