Todo funciona bien en Atlanta tras la tormenta

El día de hoy los Atlanta Falcons consiguieron su primera victoria de la temporada al vencer como visitantes a los MInnesota Vikings 40 – 23. La fórmula parece ser clara al momento: Falcons – Dan Qinn + Julio Jones = Un mucho mejor equipo.

Todo pareció estar en sintonía para el equipo ganador y la presencia de Raheem Morris como head coach interino se hizo sentir de inmediato con una mejora consistente a la defensiva, que se robó el balón en tres ocasiones durante el encuentro y constantemente realizó tackleadas y persecuciones correctas permitiendo únicamente que los VIkings convirtieran en 3 de 10 en tercer down.

La actuación de la defensiva secundaria fue muy destacada, limitando la producción de Kirk Cousins a solo 346 yardas, la mayoría en el último cuarto con el partido definido, y limitando a Adam Thielen a 51 yardas en tres atrapadas.

Al ataque Matt Ryan estuvo fino en sus pases completando 30 de 40 para 371 yardas cuatro touchdowns. El regreso de su receptor estrella, Julio Jones, fue una gran adición tras un algunas semanas de ausencia, ya que en este partido acumuló 137 yardas y dos anotaciones dándole siempre el elemento de peligro a este ataque que lo caracteriza.

Por tierra tuvieron un desempeño eficiente combinando a Todd Gurley y Brian Hill, quienes en total acumularon 75 yardas, pero lo más importante es que ayudaron mucho a mantener el reloj de juego corriendo y a que su ofensiva permaneciera en el campo, lo cual resultó en un tiempo de posesión de 40:07.

Más allá de las estadísticas, el cambio más importante que se notó fue la actitud de los jugadores; todo el tiempo con la cabeza en alto, con gran energía e intensidad constante los 60 minutos del partido.

Claro que la duda estuvo presente cuando al medio tiempo se fueron al descanso con una ventaja de 20-0 en el marcador, ya que en ocasiones anteriores habían demostrado la habilidad de desperdiciar ventajas similares, sin embargo en esta ocasión fueron capaces de mantener el curso y continuar ejecutando como lo hicieron durante la primera mitad.

Una de dos máximas se iba a comprobar como cierta, o “no hay ventaja segura que los Falcons puedan mantener” o “el primer partido de un equipo con head coach interino recién nombrado, gana su primer partido”. En esta ocasión, la segunda fue la acertada.

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