¿Por qué los Texans son un equipo inconstante?
Cuando todos creíamos que los Texans se habían convertido en un equipo contendiente tras la victoria ante los Patriots, vinieron los Broncos y los bajaron de la nube. Es cierto, no hay rival fácil en la NFL pero a estas alturas de la temporada no puedes permitir que un equipo con récord 4-8 y con un quarterback novato te domine en casa de la manera que lo hicieron hoy con Houston.
¿Qué les pasó a los Texans?
Talento tienen y aunque el staff encabezado por Bill O’Brien no genera tanta confianza, este equipo había mostrado que pueden ganarle a cualquier rival. Si bien la competencia en la AFC no es la más cerrada, los Texans ya habían vencido este año a los Chiefs y a los Patriots, rivales que seguramente estarán jugando en enero. La oportunidad de continuar ganando y con una combinación de resultados esperar a colarse en la segunda posición de la conferencia estaba latente, pero se mostraron con una exagerada confianza que les costó muy caro.
No puede ser otra cosa. Se sintieron los mejores del mundo tras la importante victoria de la semana pasada en Prime Time y quisieron ganar con sólo presentarse al juego. Las victorias no se obtienen así.
Atención: Will Fuller no jugó en este encuentro por lo que, si somos muy exigentes, les hizo falta.
¿Sobrevivirán a esta derrota?
Hay derrotas que duelen y cuya recuperación toma tiempo. Esta podría ser una de ellas porque parecía una obvia victoria y todo les salió mal. Les restan en el calendario un par de visitas ante los Buccaneers y ante los Titans, con quienes ahora están empatados en el récord y que además serán su último rival de la temporada regular para definir al campeón de la división en Houston.
Jugando como hoy, no merecen llegar a los playoffs. Sin embargo, el talento con el que cuentan encabezado por Deshaun Watson y los podría rescatar aunque no meto las manos al fuego porque hagan algo importante en enero.