
Shedeur Sanders #12 de los Cleveland Browns . Foto de Nick Cammett/Getty Images.
Los Browns y su dilema en la posición más importante: ¿pueden permitirse otro año perdido en la posición de quarterback?
Los Cleveland Browns enfrentan una de las situaciones más complejas de toda la NFL en una posición clave: el quarterback. Y no se trata solo de la falta de talento comprobado, sino de una ausencia total de rumbo claro para 2025.
Sí, Joe Flacco está de regreso. Pero ¿cuál es el verdadero valor de un mariscal de campo veterano que hace apenas dos años estaba prácticamente retirado, y que, si bien fue un héroe temporal el año pasado, no puede ser considerado una solución a largo plazo? Flacco rescató a los Browns en una campaña crítica, sí, pero este año el contexto es completamente distinto: la línea ofensiva está envejecida, el cuerpo de receptores ha perdido explosividad, y la presión sobre Kevin Stefanski no permite margen para experimentar con apuestas tan volátiles.
El resto del grupo de mariscales tampoco ofrece mucha esperanza. Kenny Pickett, quien va por su tercer equipo en tres temporadas, mostró poco, o nada, en su paso fugaz con los Eagles. Quedó marcado por una de las jugadas más ridiculizadas del año, y no ha demostrado tener ni la presencia ni el físico para liderar una ofensiva como titular. Es, con suerte, un suplente funcional.
¿Y los jóvenes? Las opciones no inspiran demasiado optimismo. Dillon Gabriel llegó mucho más alto de lo esperado en el draft, pero tanto expertos como analistas lo ven como un proyecto de desarrollo, y en el mejor de los casos. No parece listo, ni en lo físico ni en lo mental, para pelear por el puesto.
El caso más intrigante es el de Shedeur Sanders, quien cayó hasta la quinta ronda en el Draft 2025. ¿Razones? Algunas distracciones fuera del campo, su manejo del proceso pre-draft, quizá su apellido. Pero la realidad es que Shedeur podría ser el mejor quarterback del grupo, y su llegada a Cleveland podría convertirse en una historia de redención. No sería descabellado pensar que podría tomar el mando de la ofensiva a mitad de la temporada o incluso antes.
Ahora bien, si los Browns apuestan por Flacco o Pickett para más de ocho partidos, en realidad podrían estar mandando un mensaje entre líneas: buscar un pick alto en el Draft 2026. En otras palabras, sacrificar el presente en busca de un futuro con Arch Manning o algún otro prospecto estelar de la próxima generación.
La pregunta es: ¿tendrá Stefanski el tiempo para ver ese futuro? ¿Y qué tanto están dispuestos los Browns a hipotecar otro año mientras el resto de la AFC no espera por nadie?
En Cleveland, la incertidumbre bajo centro es, una vez más, el enemigo a vencer.