Roger Goodell, comisionado de la NFL.

Roger Goodell, comisionado de la NFL

El debate del salary cap NFL: ¿Paridad o apuesta brillante?

Como aficionado de la NFL (y yéndome atrás a 1994) siempre he admirado cómo el salary cap NFL empuja a los equipos a jugársela, a poner, como diría un tal Alpanseque, “los huevos en el yunque”. Este sistema no solo mantiene la paridad competitiva, sino que premia a los gerentes generales que saben surfear la ola creciente del tope salarial con estrategias financieras audaces. En la reunión de dueños de la NFL en mayo de 2025, el comisionado, Roger Goodell, reveló que el salary cap está bajo la lupa, con los propietarios discutiendo si los equipos respetan su “espíritu”. Pero me parece importante recordar que mientras nosotros soñamos con Super Bowls, los dueños solo ven signos de dólares. Con la nueva regla de private equity y rumores de una temporada de 18 juegos, el juego financiero está más intenso que nunca, y los equipos que saben arriesgarse están marcando la pauta.

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Surfeando la ola del salary cap NFL

El salary cap para 2025 está fijado en $279.2 millones por equipo, un aumento de 23.8 millones de dólares respecto a los 255.4 millones USD de 2024. Este crecimiento, impulsado por los jugosos ingresos de la liga, da más espacio para armar rosters competitivos, pero lo que realmente me fascina es cómo algunos equipos convierten el cap en un arte. Usando void years (años nulos que posponen el impacto financiero) y bonos prorrateados, equipos como los Philadelphia Eagles, los San Francisco 49ers y Los Angeles Rams (por mencionar algunos) firman contratos masivos sin ahogarse en el presente, apostando a que el salary cap NFL seguirá subiendo.

Los Eagles, liderados por el genio financiero (y también su General Manager), Howie Roseman, han estructurado contratos para jugadores como el QB Jalen Hurts y WR A.J. Brown de manera que el impacto en el cap se distribuye a futuro, cuando el tope será aún mayor. Los Rams, por su parte, han usado tácticas similares para mantener a estrellas como el QB Matthew Stafford mientras persiguen títulos. Los San Francisco 49ers también han brillado en esto, con extensiones como la del QB Brock Purdy que minimizan el impacto anual mediante bonos prorrateados. La genialidad de estas estrategias radica en la apuesta de que el salary cap NFL seguirá creciendo —como lo ha hecho gracias a los derechos de transmisión y patrocinios — y que en 3 o 4 años, esos contratos millonarios serán una ganga. Yo veo esto como un movimiento brillante: estos equipos no solo compiten hoy, sino que arriesgan todo con una visión a largo plazo. Si el cap no crece como esperan, el riesgo es enorme, pero esa audacia es lo que hace a la NFL tan emocionante.

Private equity: Más combustible para el riesgo del salary cap NFL

En agosto de 2024, la NFL aprobó una regla que permite a los equipos vender hasta un 10% de sus franquicias a fondos de private equity, con un mínimo del 3% por transacción. Esto abre la puerta a una inyección masiva de capital líquido, esencial para financiar estas apuestas millonarias. Según las valuaciones de Forbes (agosto de 2024), el promedio de un equipo de la NFL es de 5.7 mil millones USD, con los Dallas Cowboys liderando en 10.1 mil millones de dólares. Sportico, por su parte, estima un promedio de 5.54 mil millones de dólares, con los Cowboys en 10.32 mil millones de dólares. Aquí algunos ejemplos de lo que el 10% podría generar:

  • Cowboys: 10% de 10.1-10.32 mil millones de dólares = 1,010-1,032 millones USD.
  • Eagles: 10% de 7.1 mil millones de dólares (Forbes) / 7.62 mil millones de dólares (Sportico) = 710-762 millones USD.
  • Rams: 10% de 7.6 mil millones de dólares (Forbes) / 8 mil millones de dólares (Sportico) = 760-800 millones USD.
  • Equipo promedio: 10% de 5.7 mil millones de dólares (Forbes) / 5.54 mil millones de dólares (Sportico) = 554-570 millones USD.

Este capital es clave porque los contratos con dinero garantizado requieren que una parte se deposite en escrow (una cuenta de garantía). Los equipos que aprovechen el private equity pueden financiar extensiones agresivas o reestructuraciones sin preocuparse por el flujo de efectivo inmediato, dándoles ventaja para surfear el salary cap NFL. Los equipos que se atrevan a jugar este juego pueden armar rosters —en teoría— muy interesantes, aunque el riesgo de un tropiezo financiero siempre está al acecho.

Los dueños y su obsesión por el dinero

No nos engañemos: los dueños de la NFL son empresarios, y su prioridad es el dinero. El Acuerdo Colectivo de Trabajo (CBA), firmado en marzo de 2020 y vigente hasta el final de la temporada 2030, regula el salary cap NFL y la distribución de ingresos entre jugadores y propietarios. Pero las discusiones de mayo de 2025 muestran que los dueños ya están planeando el próximo CBA, y no necesariamente para hacer la liga más divertida para los fans. Según Goodell, quieren un sistema “justo, competitivo y libre de lagunas”, pero su idea de “justo” parece más enfocada en proteger sus finanzas que en garantizar partidos épicos.

El analista Brett Kollmann señaló en X que los propietarios “menos ricos” se quejan de que las maniobras financieras favorecen a los equipos con más liquidez. Pero, en mi opinión, esas quejas suenan a excusas: si no puedes surfear la ola, no culpes al mar. Los dueños están preocupados por la escalada de contratos récord, donde cada extensión parece coronar al “jugador mejor pagado” en su posición. Esto presiona el salary cap NFL y sus flujos de efectivo, especialmente para los equipos con menos recursos. Desde mi punto de vista, los jugadores merecen cada centavo que puedan embolsarse, pero los propietarios ven cada dólar gastado como uno menos en sus bolsillos.

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¿Qué cambios podrían venir?

Aunque no hay propuestas concretas, los dueños están considerando reformas para el próximo CBA, como:

  • Restricciones en los void years: Limitar los años nulos para evitar que los equipos difieran grandes sumas al futuro.
  • Revisión de los bonos prorrateados: Ajustar cómo se contabilizan para reducir la flexibilidad en el cap.
  • Mayor transparencia financiera: Reglas que obliguen a los equipos a reportar sus estrategias con claridad.
  • Ajustes en los ingresos: Reevaluar cómo los ingresos de la liga impactan el cálculo del salary cap.

Como aficionado, no me opongo a ajustes que mantengan la paridad, pero espero que no apaguen la chispa de riesgo que hace a la NFL única. Si los dueños limitan estas maniobras, podrían frenar a equipos que nos han regalado rosters espectaculares. Quiero ver a esos equipos apostando todo, no atrapados en un sistema que castiga la audacia.

Una apuesta por el espectáculo, pero con un costo

La reunión de mayo de 2025 también tocó ajustes en las reglas del juego (tush push) y algunos preparativos para 2026 e incluso los Juegos Olímpicos de 2028. Aunque Goodell aclaró que no se discutió una temporada de 18 juegos en esa reunión, la realidad es que su implementación parece inevitable, más una cuestión de “cuándo” que de “sí”. Reportes recientes indican que los dueños, como Jerry Jones, ven una temporada de 18 juegos como algo “seguro” en el futuro, posiblemente para 2027, con un aumento a 16 partidos internacionales anuales, lo que podría implicar que los 32 equipos jugaran fuera de Estados Unidos cada temporada.

Esto me genera sentimientos encontrados. Por un lado, más partidos internacionales podrían globalizar la NFL y darnos espectáculo en nuevos mercados, como los juegos de 2025 en Brasil, Irlanda, Inglaterra, Alemania y España. Pero, por otro, una temporada de 18 juegos podría diluir la calidad del producto en el campo, con jugadores más desgastados y mayor riesgo de lesiones. Prefiero calidad sobre cantidad, pero si los dueños ven dólares en más juegos, parece que no hay vuelta atrás.

En mi opinión, el salary cap NFL no necesita una revolución, sino un ajuste que preserve el equilibrio entre paridad y “agallas”. La llegada del private equity y las estrategias de equipos como los Eagles y los Rams son una bocanada de aire fresco: premian a los que se atreven a surfear la ola, asumiendo riesgos para darnos espectáculo. Pero los dueños tal vez deberían recordar que la NFL es nuestra pasión, no únicamente su negocio. Que dejen a los equipos poner “los huevos en el yunque” y nos den la liga vibrante que amamos, incluso si eso significa llevar el juego al otro lado del mundo.

En Primero y Diez, seguiremos este debate de cerca. ¿Qué opinas? ¿Crees que surfear la ola del salary cap NFL es una genialidad, o solo un riesgo que beneficia a los ricos? ¿Y qué hay de los 18 juegos y los partidos internacionales? ¡Déjanos tu comentario y sigamos hablando de la NFL!

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