Los Miami Dolphins de 1972: el único invicto perfecto de la NFL
Anualmente, cuando el último equipo en pie invicto de la temporada regular cae, los que celebran son los Miami Dolphins de 1972: el único plantel en toda la historia de la NFL en haber ganado el Super Bowl sin perder ni una sola ocasión. Y justo eso ocurrió en la Semana 11 de la Temporada NFL 2024, con la derrota de los Chiefs ante los Bills. Te lo contamos en Primero y Diez.
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Miami Dolphins de 1972: el único invicto perfecto de la NFL
¿El mejor equipo de la historia?
Los Miami Dolphins de 1972 son el único equipo en toda la historia de la NFL que ha ganado el Super Bowl después de haber pasado por una campaña regular y playoffs sin haber perdido ni un solo enfrentamiento, ganándose el puesto no. 1 en la lista de los 100 mejores planteles de todos los tiempos de la liga, seleccionados por un panel de 80 especialistas que fueron elegidos por The Associated Press y NFL Media.
Bien merecido lo tienen: los Dolphins del 72 ganaron el Super Bowl VII luego de haber vencido en cada uno de los 14 partidos de temporada regular que tuvieron, más tres de postemporada. Claro es, no fue casualidad, sino que tomó tiempo, desde los inicios de esta franquicia cuando era un hazmerreír, hasta la indudable marca que el legendario HC Don Shula dejó en este equipo.
No fue casualidad, sino el arte de Don Shula
La franquicia de los Dolphins pasó sus primeras cuatro temporadas de existencia, de 1966 a 1969, en la extinta AFL bajo el entrenador en jefe George Wilson, pero jamás vieron marca positiva. Por ende, cuando el equipo se mudó a la NFL para la Temporada 1970, la organización causó revuelo al anunciar la firma de Don Shula, procedente de los Baltimore Colts; de hecho, en el proceso, Miami perdió su selección de primera ronda del Draft 1971 por tampering.
Shula rápidamente dio vida a los Dolphins. En su primera temporada al mando, llegaron a playoffs con 10-4. Y en 1971 nuevamente sorprendieron al consagrarse campeones de la AFC East, llegando al Super Bowl VI, el cual perdieron 24-3 contra los Cowboys, resultado que lejos de dejar insatisfecho a Shula, incluso lo dejó indignado, transmitiéndoselo a sus jugadores y haciendo que ellos lo vieran como una fuerza motora para llegar más fuertes en 1972.
“El entrenador Shula, en el vuelo de regreso a Miami el día después de la derrota del Super Bowl ante Dallas, se dirigió a todos los que estaban en el avión y nos dijo que recordáramos cómo nos sentíamos, que recordaramos el dolor. ‘El año que viene, no sólo iremos al Super Bowl, sino que lo ganaremos’, nos dijo. Ese fue nuestro mantra desde ese momento hasta el año siguiente”, precisó el DE Vern Den Herder, miembro del equipo de 1971 hasta 1982.
Pero no fue solamente cosa del avión de retorno, “Don Shula ponía el proyector y nos hizo ver ese Super Bowl de 1971 todos los días durante lo que pareció una semana. Nos dijo: ‘Vean lo enfermos que se sienten, conserven esa sencación'”, agregó el RB Mercury Morris, quien en 1972 contribuyó al equipo con exactamente mil yardas por tierra y 12 TD.
El héroe inesperado, Earl Morrall, y la defensiva sin nombre
Los Dolphins iniciaron la temporada con récord de 4-0, con tres victorias sencillas y un gran susto ante los Vikings en la Semana 3; Miami estuvo liderado en el ataque terrestre por Morris y Larry Csonka, así como por su “Defensiva Sin Nombre”, apodada de dicha manera debido a la ausencia individual de superestrellas.
Por su parte, en el rubro aéreo, el indicado para la tarea era Bob Griese, quien venía de dos años al hilo siendo Pro Bowler y se había establecido como uno de los mejores de la NFL. A pesar de ello, a principios de 1972, Shula contrató como quarterback suplente a Earl Morrall, desde la lista de waivers por una tarifa de 100 dólares, y con la gerencia pagándole un salario de 90 mil dólares; una cifra muy alta en aquel entonces para un suplente, pero ahora todos agradecen que el entonces propietario, Joe Robbie, haya accedido a la petición de Shula.
El parteaguas llegó en la Smena 5: los Dolphins contra los San Diego Chargers, encuentro en el que Griese sufrió una fuerte fractura de tibia y tobillo. Por ello, Morrall, apodado “Old Man” por sus propios compañeros, entró al terreno de juego, y lo demás es historia: logró irse el resto de esa temporada regular con 9-0, apartando a Miami de la columna de las derrotas.
“Recuerdo la jugada: lancé el balón y un liniero defensivo cayó a la mitad de mi pierna, me rompió la tibia y el tobillo. En ese momento supe que no iba a volver ese año. Me llevaron al hospital y se confirmó. Ahora hago todo lo posible para estar sano y ser un padre para mi hijo, pero no habría una temporada invicta sin Earl Morrall”, mencionó Griese.
“Escuché cómo se quebró la pierna de Bob Griese. Literalmente la escuché crujir. Fue uno de los momentos más duros que viví en mi carrera. Escucharlo y saber que estaríamos sin él por un tiempo fue realmente duro”, añadió Csonka, quien aquella temporada colaboró con 1 117 yardas por tierra y seis anotaciones; realmente era una dupla temible junto a Morris.
En ruta al 17-0 de los Miami Dolphins 1972
Los tres encuentros más cerrados del año
Semana 3: Miami Dolphins 16, Minnesota Vikings 14
Liderados por una legendaría lìnea defensiva, la Purple People Eaters, los Vikings llegaron a 1972 como líderes en puntos anotados por la defensiva por tres campañas al hilo; este juego lo controló Minnesota en todo momento, adelantándose con un touchdown de 56 yardas de Fran Tarkenton a cinco minutos de haber iniciado el juego. En cambio, los Dolphins tomaron su primera y única ventaja del duelo con 88 segundos restantes gracias a un pase de Griese con el TE Jim Mandich.
No obstante, el cierre fue polémico por un castigo de rudeza innecesaria al pasador que mantuvo viva la serie con la que Miami remontó al último periodo, cometido por el DL Bob Lurtsema: “Recibí una tarjeta de agradecimiento de los DL Bob Kuechenberg y Jim Langer porque fui la razón por la que terminaron invictos. La quemé, debí guardarla. Una mala decisión arbitral hizo que tuvieran una temporada invicta. Los jugadores no lo negarán, simplemente se reirán. Me reí con Griese al respecto años después. Quiero decir, ¿qué vas a hacer? ¿Cuánto tiempo puedes llorar?”, dijo.
Semana 6: Miami Dolphins 24, Buffalo Bills 23
Al respecto de la cita que tuvieron los Dolphins contra sus rivales divisionales el 22 de octubre, el OG Larry Little comentó: “Jugamos contra Buffalo en casa. Mercury perdió el balón e íbamos abajo. Si hubieran tenido repetición instantánea, habría sido un balón suelto. En el campo señalaron que hubo contacto con el césped primero. Así que tuvimos un pequeño respiro”.
Asimismo, Morris agregó que aquel partido lo ganaron ya que los Bills cometieron el error de pensar que con solo un hombre detendrían al DT Manny Fernández, quien en los últimos suspiros del partido derribo al quarterback rival y Miami recibió el ovoide en la yarda 10 ajena: “Terminamos anotando y ganando”, dijo.
Ronda Divisional: Miami Dolphins 20, Cleveland Browns 14
Por último, ya en postemporada, de acuerdo a Csonka, “el partido de los Browns fue el que más cerca estuvimos de perder. Charlie Babb, un novato que hizo una gran jugada, bloqueando un despeje y devolviéndolo para touchdown, nos dio vida y marcó la diferencia en ese partido”.
La antesala de la gloria: AFC Championship vs. Steelers
A pesar de que los Dolphins (14-0) tenían mejor marca que los Steelers (11-3), aquella época era distinta; el equipo con mejor récord no necesariamente obtenía ventaja como local para los juegos de postemporada, sino que se definía desde tiempo atrás mediante una especia de sorteo, que aquella campaña como resultado dio que la AFC Central tuviera la ventaja de campo; este formato solo duró de 1970 a 1974.
Poco importó que el encuentro se disputara en el campo de unos Steelers que en años siguientes construirían su propio imperio, este encuentro lo ganaron los Dolphins por 21-17 en una cita donde Morrall fue mandado a la banca a la mitad del partido, en favor de un Griese que ya estaba 100% recuperado de la lesión de la Semana 5.
“Todo el equipo sabía que estaba listo para jugar. Shula dijo que esa fue la decisión más difícil que tomó, poner a Earl y luego, en última instancia, sacarlo y ponerme a mí al medio tiempo. En ese momento tenía un brazo fuerte, no me habían golpeado en 10 semanas. No fue sorpresa cuando el coach me puso en el campo. No me dijo que estuviera listo, pero lo estaba, Shula sabía que estaba listo. Él quería darle a Earl la oportunidad de llevar esto lo más lejos que pudiera, pero el titular estaba listo y sano”, dijo Griese.
El momento de la verdad: el Super Bowl VII
Miami, que llegaron al Super Bowl con marca de 16-0, en realidad entraron como underdogs en la cita final ante los 13-3 Washington Redskins. Vern Den Herder, que combinó con Bill Stanfill para un sack en la última jugada del partido, comentó que los Dolphins estaban conscientes de las probabilidades que les daban las apuestas para ganar el campeonato y, recalcó: “Sentimos que nos faltaron al respeto”.
Lo cierto es que el disputado en el Memorial Coliseum de Los Angeles, no fue un Super Bowl que pasó a la historia por su nivel: los Dolphins saltaron a una ventaja de 14-0, y lo que apuntaba a ser la primera blanqueada en la historia del Juego de Campeonato de la NFL, terminó por no serlo gracias a un error del K Garo Yepremian, quien al final del último cuarto pudo poner a dormir la cita con un gol de campo de 42 yardas para cerrar el duelo 17-0.
En cambio, Yepremian pateó el balón muy bajo, fue bloqueado e inexplicablemente lo recuperó. Entonces, decidiò lanzarlo, pero el ovoide resbaló de sus manos y lo perdió, entregándoselo al CB Mike Bass, quien lo agarró en el aire y lo regresó a la zona de anotación para poner la pizarra con el definitivo 14-7.
Si bien los jugadores estuvieron enojados en el momento, e incluso aunque Shula comentó que vio esa jugada “mínimo 100 veces”, no pasó a mayores: los Dolphins eran campeones, con el S Jake Scott siendo nombrado Jugador Más Valioso del Super Bowl LVII tras una actuación de 2 INT; de hecho, pasaron 31 años para que otro safety fuera nombrado MVP del SB (Dexter Jackson, Tampa Bay, 2003).
“Después de 16 partidos consecutivos, nos hicieron underdogs en el Super Bowl porque no creían que pudiéramos ganar los 17 partidos. Éramos los perdedores en la mente de la gente que no lo entendía. Olvidaron que pasamos por 1971 para prepararnos para 1972″, concluyó Morris.
El legado posterior
El mítico entrenador en jefe Don Shula falleció en mayo de 2020, pero su hijo, Dave, comentó que su padre “tenía una sensación de alivio porque finalmente había superado el obstáculo y se había quitado el peso de encima de poder ganar el gran partido. En ese momento, nadie se dio cuenta de que 50 años después, nadie saldría invicto, pero sabían que lo mejor que cualquiera podía hacer era empatar”, mencionó en 2022.
Hasta la fecha, 52 años más tarde, ningún equipo se ha unido a los Miami Dolphins de 1972 en la villa de la perfección; Morris, por ejemplo, piensa que eso se debe a la presión que conlleva el hecho de igualar la marca. En la actualidad, cuando un equipo va 8-0 o 9-0, empieza a hablarse sobre la posibilidad de la perfección.
Y así, podrá ser por algún u otro motivo, pero la realidad es que, en pleno 2024, los Chiefs fueron los últimos en perder el invicto, justo a mitad de trayecto en el 9-0. Los Patriots en 2007 estuvieron a punto de lograrlo, pero cayeron en el Super Bowl contra los Giants; en fin, los Dolphins de 1972 comen solos en una mesa a la que ninguna otra franquicia ha sido digna de llegar.
¿Son los Dolphins de 1972 el mejor equipo en la historia de la NFL? ¿Algún día podrá ser igualada esta proeza? Te leemos en los comentarios debajo de este artículo y en nuestras redes sociales.