Tyler Huntley poco antes del fumble de 98 yardas contra Bengals

Tyler Huntley poco antes del fumble de 98 yardas contra Bengals

Los Bengals avanzan en un Wild Card parejo y digno de la AFC North

Los Cincinnati Bengals lograron ganar su divisional contra los Baltimore Ravens, 24-17, para avanzar de la ronda de Wild Card a la ronda divisional de la AFC por segundo año seguido. Aunque complicado en el trámite del partido, los campeones de la AFC North se mantuvieron fuertes ante los embates de su viejo y bien conocido rival; que, sin importar el resultado final, vendió cara su eliminación de los Playoffs NFL 2023.

Con la esperanza de llegar a su segundo Super Bowl de forma consecutiva, y finalmente ganarlo, veamos cómo Cincinnati consiguió mantenerse en una contienda durísima de la conferencia americana.

Joe Cool no pudo apropiarse del juego

A pesar de los (merecidos) reflectores que recibe la ofensiva a cargo del QB Joe Burrow (23/32, 209 YDS, 1 TD), la realidad es que fue un partido algo complicado para él y sus muchachos; el WR Ja’Marr Chase fue líder del equipo con 9 recepciones para 84 yardas y un TD, pero el resto se mantuvo bastante discreto; ni el WR Tee Higgins (4 REC, 37 YDS) o el WR Tyler Boyd (3 REC, 26 YDS) fueron factor en este encuentro.

Cincinnati solo pudo promediar 4.3 yardas por jugada el domingo por la noche, mientras que solo sumó por debajo de las 250 yardas aéreas al final del juego. Los Ravens consiguieron arruinar casi la mitad de los intentos de conversión en tercer down (7 de 13 logrados) y convirtieron al mejor ataque de la AFC, en una versión más parecida a la de una ofensiva de Matt Patricia.

La principal razón fueron las lesiones alrededor de la línea ofensiva, antes y durante el partido; por consiguiente, no solo condicionó la vía de los acarreos para mover el ovoide (apenas 51 yardas por tierra), además impidió que Burrow tuviera tiempo para lanzar cómodamente. Sabiendo lo ya difícil que era la defensiva de Baltimore, esta atenuante solo causó un grado más alto de dificultad si cabía.

Un juego de pulgadas entre Bengals y Ravens

Decía Al Pacino en su discurso de Any Given Sunday que este juego se gana pulgada a pulgada, y este juego le dio la razón; no sólo por el marcador final, que fue solo de un TD de diferencia, sino también por los pequeños detalles que definieron el mismo.

Los Bengals consiguieron arrebatarle un pase crucial de las manos al QB Tyler Huntley; así como esa intercepción casi al inicio del juego. Sin embargo, la jugada clave fue ese fumble convertido en un TD defensivo de 98 yardas, en un duelo que se había estancado para ambas ofensivas (cuarto fumble regresado a TD más largo de la historia de playoffs):

A partir de este punto, los Ravens batallaron para volver a moverse como lo habían hecho entonces; tras avanzar 80 yardas en nueve jugadas en esa serie, no volvieron a tener otra oportunidad tan cerca de las diagonales otra vez. Por consiguiente, y mala fortuna de los aficionados, esta jugada adquirió un tono de sentencia cuando bien pudo ser solo una anécdota.

Son de esos momentos que mostraron la verdadera capacidad de los Bengals por ser capaces de seguir luchando más allá de lo que aparenta la situación. A pesar de todo, estos playoffs aún conservan cierta aura del camino cursado la campaña anterior en estas instancias.

La fortaleza como sello de la casa en Cincinnati

A diferencia de otros juegos en la ronda de Wild Card este año, el del domingo por la noche fue una sorpresa no tan grande; si bien esperábamos un duelo más del lado de Bengals, tampoco podemos negar que los duelos divisionales sean sencillos. Además, por mucho que la ofensiva dejó que desear, ellos se adaptaron para ganar vía su defensiva; algo que, por ejemplo, no ocurrió con Buffalo, por mencionar un caso.

Son elementos que hacen confiar que, cuando menos, este conjunto posee cualidades más allá de su pasador élite o sus receptores estrella. Incluso sin una línea ofensiva sólida por tantas ausencias, esto puede no pesar igual; aunque claro, la unidad es todavía más deficiente que la que llegó al Super Bowl LVI no hace mucho.

No obstante, es claro que los Bengals van a tener que desempolvar ese libro de jugadas de antaño y recordar cómo era ganar con unas trincheras más bien mediocres. Es claro que esta vez era pedir demasiado; pero en el siguiente juego deberán estar listos para no contar con varios titulares otra vez o solo con unos cuantos de regreso. De otra manera, realmente no puedes pedir jugadas como la del fumble cerca del final.

Más allá de lo anterior, Cincinnati todavía luce como un claro favorito en la AFC, pues a falta de ver a los Chiefs más adelante, tampoco es muy clara la fortaleza de los Bills y los Jaguars, por mucho que mostraron resistencia para venir de atrás y ganar, no están por encima de nadie en este cuadro. Si hubiera que ser justos, la diferencia es muy poca entre los cuatro contendientes restantes; pero con la experiencia del año pasado todavía presente, los Bengals siguen teniendo un punto muy importante a favor.

¿Creen que los Bengals puedan llegar al Super Bowl LVII en esta ocasión o el duelo contra los Ravens reveló algo que lo impedirá? Pueden dejarnos sus comentarios debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.

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