Doug Pederson y Brandon Staley comprobaron nuestro argumento – Punto Extra

Por Eugenia Ruiz (@EugeniaR_)

La semana pasada en esta misma columna les platicaba cómo el trabajo del head coach había hecho una increíble diferencia en equipos de los que no esperábamos nada y que incluso hablábamos de ellos como “equipos en reconstrucción”, casos de los Jacksonville Jaguars con Doug Pederson y los Seattle Seahawks con Pete Carroll.

Bueno, pues creo que no hay mejor ejemplo de lo que mencionaba que el partido entre los Jacksonville Jaguars y Los Angeles Chargers de este Super Wild Card Weekend, porque pudimos ver las dos caras de la moneda: cómo un buen entrenador en jefe supo ajustar conforme a su talento y las fortalezas de su plantilla y cómo el otro pudo perder una enorme desventaja y tomar las decisiones equivocadas en el momento equivocado, a pesar de tener un equipo lleno de talento.

Doug Pederson le dio la confianza necesaria a Trevor Lawrence no solo en temporada regular, sino también el sábado, y es que recuperarse de cuatro intercepciones no es nada sencillo tanto mental como físicamente. Sin embargo, pareciera que el medio tiempo les dio la calma necesaria para ajustar y remontar.

Hablando de cuestiones mentales, pareciera que es lo que más le pesa a los Chargers a nivel franquicia y sin importar quien esté al mando. Constantemente se habla de cómo logran desaprovechar una ventaja y perder en los últimos minutos; y aunque por supuesto que esa idea pesa mentalmente, sigo sin descifrar qué fue lo que exactamente pasó, porque es un tremendo fracaso perder una desventaja de 27-0.

Aunque hay muchos factores, creo que el trabajo de Brandon Staley es uno de los grandes culpables. Un head coach que nos tenía acostumbrados a ser desafiante prefirió mantenerse tibio a la hora de cerrar el partido, lo que le acabó costando. Durante toda la temporada regular (y la campaña pasada) vimos cómo ha fallado en sacarle el máximo jugo a una ofensiva explosiva y cómo Justin Herbert no ha alcanzado su máximo potencial.

Lo anterior esto ocurre mientras vemos a entrenadores como Brian Daboll que en el caso de los Giants ha logrado explotar a Daniel Jones, Staley deja a un diamante en bruto pasar desapercibido y sin nada de brillo. 

Así, este sábado fuimos testigos de lo que pesa un mal trabajo del entrenador en jefe, y lo mucho que pesa uno bueno. Lo único que nos queda esperar es que a Herbert le hagan justicia con un entrenador que sepa lo que tiene en sus manos, por el bien de los Chargers.

¿Qué otros ejemplos de buen y mal trabajo de entrenador en jefe crees que pesaron en estos Wild Cards? Te leemos en los comentarios bajo esta columna y en nuestras redes sociales.