Dolphins, ¿realmente pueden retar a los Bills en próximos años?
Gran encuentro divisional de sábado por la noche brindaron Miami y Buffalo, donde fueron los Bills quienes se impusieron a unos Dolphins que recuperaron el nivel al que acostumbraron a principios de año. Sin embargo, el manejo de juego, playcalling, entre otros factores, no estuvieron a su favor y ahora, tras hilar tres derrotas consecutivas, peligra incluso su participación en los Playoffs NFL 2023. Por ello, la siguiente pregunta sale a relucir: ¿cuándo pelearán realmente por la AFC East?
Mike McDaniel abandona el juego terrestre y los Dolphins colapsan
Mike McDaniel, como hemos mencionado anteriormente, es buen candidato a ser nombrado head coach del año, sin embargo, ello no le quita lo primerizo, y decisiones bastantes cuestionables son las que toma en diversas ocasiones y termina jugando en contra de su equipo. Esta vez, contrario a lo que la narrativa de la campaña ha acostumbrado, Miami desde temprano prevaleció en el ataque terrestre ante los Bills, siendo el RB1 Raheem Mostert la clara prueba al registrar 17 acarreos para 136 yardas.
Por su parte, el RB2 Salvon Ahmed también aportó 6 acarreos para 43 yardas y 1 TD, su primero desde 2020. Si la fórmula era clara, ¿por qué abandonarla? No parecería coherente que, con ambos running backs promediando más de 7 yardas por acarreo, McDaniel haya decidido apostar por el juego aéreo, que en ciertas ocasiones funcionó, pero claramente no es el camino a seguir cuando el clima es tan gélido como en Orchand Park. Los Dolphins dejaron de correr y no pudieron soportar el tiroteo aéreo.
Es cierto, tras pésimo paso de dos semanas por California, Tua Tagovailoa volvió a mostrar por qué este año es de los mejores de la liga y completó 17 de 30 envíos para 234 yardas, 2 TD y 0 INT, pero no pudo seguir el ritmo de un Josh Allen que lanzó 25 de 40 para 304 yardas y con el doble de anotaciones. Y además, aunque el WR Jaylen Waddle también brilló con 114 yardas y 1 TD, no justifica que McDaniel abandonara el juego terrestre, sobre todo en situaciones de terceras oportunidades y corto yardaje.
Por ende, si la derrota por 29-32 se le debiera cargar a un nombre de los Dolphins, esta vez es a su entrenador en jefe. De poco sirvió el esfuerzo colectivo: el WR Tyreek Hill registró 69 yardas y 1 TD, el LB Jaelan Phillips consiguió su quinto partido al hilo apareciendo en el rubro de los sacks (con balón suelto forzado incluido), el K Jason Sanders acertó sus tres intentos de goles de campo, entre otros. Miami llegó a liderar 29-21 en el último cuarto, y por no serle fiel a su fórmula dejaron escapar oro de sus manos.
¿Peligran los playoffs para Miami?
Hace un mes existían pocas dudas de que este equipo era de postemporada, pero ahora Miami tiene tres derrotas al hilo, se sientan con marca de 8-6, y han agotado ya su colchón de tranquilidad en la Conferencia Americana. Dicho de otra forma, Patriots, Chargers y Jets, los tres con 7-6, se encuentran peleando por el séptimo y último boleto a playoffs de la AFC, mientras los Dolphins, solo medio juego arriba y como sextos sembrados, implorarán por derrotas de la tríada mencionada.
Para buen augurio de Tua y compañía, son ellos mismos quienes controlan su destino y, considerando que han salido ya de la parte más complicada de su calendario, si juegan como este sábado ante los Bills, no debería sorprender que sean capaces de ganar el resto de sus partidos: el primero ante unos muy inconsistentes Packers, y un cierre de año con par de citas divisionales justamente ante Patriots y Jets, donde, de continuar esta narrativa, podrían jugarse la vida en ambos.
Por ende, es seguro afirmar que solo una tragedia (existen y no hay que descartarla) podría dejar a los Dolphins sin playoffs. Sin embargo, su camino sería la ruta Wild Card pues, con esta derrota ante Buffalo, prácticamente han dicho adiós al título de la AFC East, que no logran ganar desde el ya lejano 2008. Una división que en las últimas dos décadas fue liderada por los entonces Patriots de Tom Brady, ahora lo es por los Bills. ¿Cuándo será turno de Miami?
¿Pueden los Dolphins retar a los Bills en el futuro cercano?
No se requiere ser experto para ver que el mejor equipo de la AFC East son los Bills, y su récord de 11-3 respalda el argumento. Sin embargo, el resto de la división no se encuentra tan alejada, y habrá tiempo de hablar sobre Patriots y Jets, pero, en específico, ¿realmente Miami le podrá competir a Buffalo en el futuro cercano? La respuesta inmediata indicaría que sí: este año los Dolphins repartieron la serie 1-1 y ambos cruces divisionales fueron partidos bastantes cerrados.
No obstante, competir es más que pelear en los cruces directos. Ser campeones de la AFC East es un trabajo donde los Dolphins deberán mostrar consistencia. Es la segunda vez ya en la campaña que tienen racha de tres derrotas al hilo, y los equipos élite simplemente no pueden darse ese lujo, y ahí es donde se crea la brecha de separación entre aquellos que pretenden sorprender y ganar el Super Bowl, y los verdaderos contendientes que siempre encuentran la forma de salir airosos semana a semana.
Miami tiene las piezas necesarias en ofensiva: Tua, Waddle Hill, Mostert, entre otros. También tienen en McDaniel un head coach fiable que continuará mejorando. En equipos especiales parecen haber renacido: Sanders ha dado vuelta a su mal inicio de campaña. Sin embargo, la defensiva es el talón de Aquiles: empieza con el DC Josh Boyer y se extiende a una de las peores secundarias que han tenido en años. Deberán mejorar el apartado si pretenden derribar a corto plazo a los Bills de la cima de la AFC East.
¿Podrán los Dolphins hacerse con la AFC East en el futuro cercano? ¿Son contendientes al SB LVII? Te leemos en los comentarios debajo de este artículo y en nuestras redes sociales.
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Comments (1)
Omar Robles
Me parece que el juego del sábado dadás las condiciones dejo claro que los Delfines con algunos ajustes le pueden ganar a cualquiera, si bien el manejo del reloj y la selección de jugadas fue un punto clave, el partido con el mejor equipo de la conferencia se define en el último segundo, con una defensiva secundaria más sólida Miami puede ser contendiente indiscutible al súper bowl