Russell Wilson, QB de los Denver Broncos

Russell Wilson, QB de los Denver Broncos

¿Los Broncos son el equipo más aburrido de la NFL?

Los Denver Broncos simplemente no pueden ser un equipo cercano a sus expectativas esta temporada. Luego de caer frente a los Chargers por marcador de 16-19, es evidente que son un desastre en más de un sentido, salvo quizás en una parte, su defensiva; no obstante, hasta ahora son una píldora difícil de digerir, ¿pero son tan malos como suenan?

El espejismo de la era Russell Wilson

Lo del QB Russell Wilson es digno de estudio, porque no hablamos de un QB mediocre realmente, pero no para de querer demostrar que lo es. Lastimosamente, en el camino siempre se encarga de tener sus chispazos que traen de regreso a su viejo yo a la vida. En el último encuentro tuvo un primer cuarto increíble, lanzando 10 de 10 pases para 116 yardas y un pase de TD. En ese momento, Denver caminaba sin problemas 10-0 de visita. Sin embargo, y como es la costumbre con él, el resto del encuentro siguió chocando con una pared que él mismo no paraba de buscar, acabando en las estadísticas con 15 de 28 envíos para 188 yardas y ese TD del inicio.

De no ser por esa defensiva que le sigue dando oportunidades de recuperar protagonismo casi infinitas, da la sensación de que realmente los últimos partidos se hubieran convertido en un bodrio muy pronto. Sin embargo, es injusto achacarle toda la culpa a un solo jugador, cuando realmente la inversión fue total y quién debe manejarla, el head coach, no tiene ninguna respuesta para mejorar al equipo.

La defensiva de los Broncos es insuficiente ante tanta ineptitud

En una época donde las estadísticas y números parecen dictar que tan bueno es un equipo, es paradójico que una defensiva top 10 no sea suficiente para ganar, más aún cuando se trata de Denver, que ganó un Super Bowl de esta manera. No obstante, a ese equipo le sobraba disciplina y buen manejo de partidos, lo que aquí, con el HC Nathaniel Hackett, es un mito más bien, que hasta él reconoció tras el juego:

De nada le sirve a esta defensiva permitir solo 16.5 puntos por juego y ser de las mejores cuatro en yardas por encuentro, si también son parte de una estadística que permite 151 yardas en castigos, directamente para beneficiar al rival. Por momentos, y como incluso diría Dan Orlovsky durante el juego, parece que los hace incapaces de jugar a un nivel aceptable hasta para el fútbol americano de preparatoria:

Para una liga como esta, realmente los deja mal parados encontrarse con esta clase de exhibiciones en sus juegos de horarios más importantes; de cierta manera, también debe ser algo de lo que te arrepentirías en retrospectiva.

¿Una deuda pendiente con el aficionado de la NFL?

Resulta irónico como la liga nos ha conducido a esperar auténticos intercambio masivo de puntos en cada oportunidad, especialmente en sus juegos por la noche. Esto nos hace tener un repudio a lo que vemos con equipos como los Broncos, que, por el contrario, son prácticamente un equipo del siglo pasado; casi totalmente apoyados en su defensiva y que reniega de una ofensiva protagonista.

Si a eso le sumamos que no todos somos aficionados del equipo y en un horario así, no hay más opciones de NFL, realmente es como si estuviéramos reviviendo la escena de La Naranja Mecánica, donde el protagonista es obligado a observar lo que proyectan contra su voluntad. Con todo lo anterior, no ha sido muy prudente darte todavía otros tres encuentros de horario estelar a Denver, y todo porque les han vendido la moto sin darle una vuelta antes.

Pero viéndolo por el lado amable, son juegos tan malos, que a veces hay algo entretenido en ellos. Una recomendación sería aprovechar estos encuentros para verlo desde otro ángulo, tratar de hacerlos funcionar para ustedes y dejarse llevar. Después de todo, en unos meses más, cuando ya no haya más partidos de NFL, probablemente hasta pediremos uno de estos en ese momento, y saben que así será, ¿o no es verdad? Mejor disfruten mientras tengamos temporada.

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