¿Se acaba la fórmula? La NFL evoluciona y los Packers parece que siguen en 2010
Alcanzar el éxito es un trabajo de continuidad, de esforzarse día a día para conseguir objetivos, y cuando una estrategia no funciona, deben buscarse nuevas alternativas para no estancarse. Sin embargo, los Packers no lo comprenden, este equipo aún pareciera vivir en el 2010, media Conferencia Nacional ya los ha alcanzado, y Green Bay se niega a rejuvenecer. No son más los favoritos de la NFC a los que nos acostumbramos, y esta Temporada 2022 han sembrado un mar de dudas que detallaremos.
Preocupante remontada en Londres
Los Packers cayeron 27-22 ante los Giants recién este domingo en juego disputado en Londres. No obstante, existen formas, y la que Green Bay eligió fue desmoronarse. Los dirigidos por el HC Matt Lafleur lideraban la pizarra 10-20 al medio tiempo del duelo, pero en la segunda mitad desaparecieron por completo, y los dos únicos puntos que volvieron a anotar fueron producto de un safety que los de New York cedieron para finiquitar el tiempo del reloj en el último cuarto. Sin duda, alarmante.
El sabor de boca no fue grato: los Packers pueden creer que perdieron con la frente en alto, pero este cuento ya lo vimos año tras año. El QB Aaron Rodgers completó 25 de 39 envíos para 222 yardas, 2 TD y 0 INT; exacto, Green Bay, como siempre, dejó este partido en hombros de su veterano quarterback, pero ni un cuatro veces MVP puede hacerlo todo por sí solo. Rodgers requiere de una ayuda que los altos mandos de la organización no le habían brindado a lo largo de su carrera… y esta temporada, que por fin se la dieron, es el mismo Rodgers quien se niega a darles uso.
Claro ejemplo es que ante unos Giants que viven un arranque de ensueño, fue el WR Randall Cobb quien lideró la actividad aérea de los Packers con 7 recepciones para 99 yardas. Y no hay que caer en malentendidos, se agradece que Cobb, a sus 32 años, pueda todavía ser productivo. Lo verdaderamente inexplicable es que Rodgers se niegue a involucrar en su juego a receptores de sangre joven, como mayoritariamente hace el resto de la NFL. Por ende, es claro que este equipo vive aún una década atrás.
Los Packers continúan viviendo en 2010
No hay que irnos tan atrás, todo buen aficionado de este equipo recuerda cuando los Packers eligieron al QB Jordan Love en la primera ronda del Draft 2020; dicha selección fue sumamente controversial, pues lo que más necesitaba Rodgers en dicho momento eran armas aéreas para fortalecer la ofensiva. La gerencia, tarde, pero lo entendió, y en el draft de abril anterior incorporaron, en la segunda ronda, al WR Christian Watson, y en la cuarta, a Romeo Doubs, pero ni uno ni otro convencen a Rodgers.
Remontémonos al primer duelo de la campaña, donde los Vikings derrotaron 7-23 a los Packers. En la primera jugada ofensiva del año de Green Bay, Watson se libró de la cobertura del CB Patrick Peterson, y lo que parecía iba a ser un debut de ensueño con un touchdown de 75 yardas, terminó en un impensable drop; el rostro de Rodgers lo dijo todo. Desde aquel momento Watson firmó su sentencia, pues durante el año tan solo acumula la “monstruosa” cantidad de 7 recepciones para 52 yardas y sin anotaciones.
Del otro lado, la vida de Doubs ha sido un poco más alegre: 22 recepciones para 213 yardas y 2 TD a lo largo de la campaña, pero su participación ante New York la semana pasada se limitó a 1 recepción para 11 yardas totales. Claramente, Rodgers no puede casarse con un solo objetivo, debe distribuir de mejor manera el ovoide, pues un veterano como Cobb y un Allen Lazard que parece jamás explotará como receptor principal, no son buena combinación.
En otras palabras, la ofensiva de Green Bay luce rezagada. Los Cowboys han sabido suplir la baja del WR Amari Cooper, los Chiefs lo mismo con la partida de Tyreek Hill, pero la pérdida del WR Davante Adams durante la offseason anterior ha mermado en demasía a unos Packers que no encuentran como caminar eficiente y constante sin él. De continuar con esta narrativa, la conclusión es clara: Green Bay no es más el favorito de la NFC al cual nos acostumbramos por tanto tiempo.
Momento de aceptarlo: Green Bay ya no es favorito, ¿o sí?
Para los fanáticos de la NFL moderna, ver a los Packers en playoffs es una normalidad. Green Bay ha ingresado a 11 de las últimas 13 postemporadas, pero el “tenemos a Rodgers, todo estará bien” se encuentra por dejar de ser funcional. Mientras equipos como Dallas están encontrando cómo reinventarse a partir de su defensiva, la de los de Wisconsin solo ha logrado parchar un agujero (el front seven) pero la secundaria sigue siendo una avenida para el rival en turno, y cuando un buen ataque terrestre se decide a pasar sobre ellos, no hay manera de detenerlo.
Con marca de 3-2, el inicio de año de los Packers luce tambaleante. Y en el resto de su calendario aún quedan rivales del calibre de Bills, Cowboys, Titans, Eagles, Rams, Dolphins y los Vikings, siendo estos últimos su competencia directa por el liderato de la NFC North. La NFL es de sorpresas y de resultados inesperados, pero si este equipo no se desempolva a tiempo, el panorama donde Green Bay finalice con hasta nueve derrotas y fuera de playoffs pasará de ser un imaginario a una inminente realidad.
¿A qué aspiran verdaderamente los Packers este 2022? ¿Qué será de ellos sin Aaron Rodgers como quarterback? Te leemos en los comentarios debajo de este artículo y en nuestras redes sociales.
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Comments (1)
Santi
Como aficionado de los Packers no tengo más remedio que estar enfadado con Aaron Rodgers. Es uno de mis QBs favoritos pero creo que ha llegado a un punto en el que está más pendiente de ser elegido MVP que en contribuir a que gane su equipo. Este año ha tenido 3 intercepciones y parece ser que no quiere tener más y no tiene intención de arriesgar ningún pase ya. Debe cambiar. Está claro que sin Adams no dispone de un WR capaz de recibir con garantías una bomba pero creo que dispone de receptores suficientes para poder lanzarles pases cortos e intermedios. Espero que recapacite.
Estoy un poco cansado de estos QBs estrella, AR y TB, que son capaces hasta de retirarse para ver si les dan el MVP, y luego vuelven alegremente o que ponen sus estadísticas por encima del equipo