Tom Brady, quarterback de los Tampa Bay Buccaneers.

¿Cambiará la NFL la naturaleza de un deporte violento? – Café Lombardi

La NFL tiene por costumbre reaccionar a los problemas tarde y mal, además de hacerlo así la forma de afrontarlo no suele ser la mejor, lo que provoca que un problema acaba enquistándose y haciéndose crónico. En concreto, hablo de una cuestión que habrá que esperar para ver cómo termina: el nuevo protocolo de conmociones derivado de la conmoción de Tua Tagovailoa, caso que ha puesto otra vez de manifiesto que la NFL no tiene ni la más mínima idea de qué hacer, y que cuando se pone a buscar posibles soluciones, podría ser peor la cura que la enfermedad.

 

La NFL regentea un deporte violento y brutal por naturaleza

 

Desde que saltara el escándalo de las conmociones cerebrales por la práctica del football, recordemos que todo nace con el descubrimiento del CTE (Encefalopatía traumática crónica en inglés), la NFL ha ido improvisando y parchando con soluciones, sobre todo tras una demanda colectiva de cientos de exjugadores que reclamaban que la NFL ocultó de forma deliberada los riesgos que implica jugar al football para la salud del cerebro. 

Un tópico dice que practicar deporte es muy saludable, aunque habría que añadir que ciertos deportes que son todo menos saludables. Y la realidad es que es imposible considerar saludable la práctica del football donde el único día donde no te duele algo es el día anterior al que empiezas a practicarlo. El football es un deporte violento y brutal, practicado por tipos enormes, atléticos, brutos y violentos. No debería caber duda alguna de que, del choque continuo de dos personas de ese corte, no puede salir nada bueno, pero imagínense ese problema multiplicado a la enésima potencia: en cualquier snap del football profesional hay suficientes golpes que a cualquiera que no sea un profesional lo envían a la enfermería.

Todos aceptamos que te puedas romper un hueso o ligamento, te partan una costilla o te disloquen el hombro, pero todo eso cambia cuando hay lesiones que afectan a la cabeza y la espina dorsal, que es por donde baja la médula espinal: lesiones que pueden llevarte a la muerte o a terminar parapléjico. La NFL lleva años intentando buscar soluciones para hacer el juego más seguro y no termina de dar con algo definitivo, y lo que es peor, no lo va a poder hacer nunca, salvo que el juego deje de ser violento y termine por ser Flag Football.

No hay solución, salvo que inventen algún tipo de protección que blinde al cuerpo al 100% de cualquier golpe. Los humanos no somos pájaros carpinteros, una extraña criatura que se pasa toda su existencia dándose de picotazos y cabezazos contra los árboles y cuyo cerebro no se ve en afectado en absoluto gracias a un sistema de protección único, algo que no nos ocurre a los humanos. El otro motivo de lo irresoluble del problema son los propios jugadores, saben de los enormes riesgos que corren y que pueden afectarles toda su vida; sin embargo, lo aceptan porque nadie les va a pagar el dinero que les pagan por hacer lo que hacen.  

 

El nuevo protocolo tras el caso Tua

 

El mencionado incidente del QB de los Miami Dolphins ha dado lugar a una modificación de los protocolos de seguridad para los casos de conmociones cerebrales. Antes del mismo había una serie de supuestos y de personas que decidían si un jugador podía regresar al juego o pasar al protocolo de conmociones que supervisa la NFL. Desde la semana 5 se han modificado los casos en que un jugador debe abandonar el juego, con independencia de que pase el protocolo de conmociones. El destino ha querido que el primer afectado sean precisamente los Miami Dolphins, que perdieron en el primer snap del partido a su pasador suplente Teddy Bridgewater.

El pasador recibió uno de los golpes habituales que se producen en un partido, pero un observador independiente dijo que el jugador experimentó problemas de movilidad y que, por tanto debía abandonar el juego en consonancia con el nuevo protocolo. Nadie, salvo ese observador, conoce a qué imágenes se refiere, porque nadie ha visto que el pasador tuviera problemas de movilidad ¿Quién, quiénes son, y sobre todo, qué es lo que juzgarán estos nuevos observadores independientes?

El pasado domingo, lo que le pasó a Teddy Bridgewater tuvo lugar en horario no estelar y afectó a un pasador suplente, pasó totalmente desapercibido y tardó minutos en pasar al completo de los olvidos.  ¿Y si esto mismo sucede en un partido en horario estelar y con algo más que solo un partido de temporada regular en juego? Imagínense una final de la conferencia AFC entre Kansas City Chiefs y Buffalo Bills done Patrick Mahomes en el primer snap del partido recibe un sack y un observador independiente juzga que ha visto algo raro y decide sacarlo del partido a pesar de que no tiene un solo síntoma de conmoción cerebral (y Mahomes ya fue retirado en su día por una conmoción). ¿Se imaginan lo qué podría suceder? 

Es mejor ni pensarlo, o prefiero no hacerlo. Sé que muchos dirán con la boca grande que se hace lo correcto para salvaguardar la seguridad de los jugadores, pero con la boca pequeña maldecirán a la liga y sus protocolos, ni te cuento si además son seguidores los Kansas City Chiefs.

 

Solo caben dos posturas sobre la violencia en el football

 

Hace tiempo que acepté que solo tenemos dos opciones: o somos políticamente correctos y no podemos aceptar ninguna secuela de un deporte cuya naturaleza es violenta y lo vamos transformando hacia el “Flag football”, o nos quitamos las caretas y aceptamos que los jugadores profesionales son gladiadores modernos que a cambio de mucho dinero donan sus cuerpos a un espectáculo violento y brutal. 

En mi caso, lo tengo muy claro y soy muy directo, los jugadores saben perfectamente a lo que se exponen, les pagan millones por hacerlo y si quieren jugarse la salud e incluso la vida, por mí que lo hagan, porque ellos así lo deciden y son sabedores de lo que puede pasar. ¿Qué un día habrá una tragedia? Seguro que sí, pero un par días después, en cuando el ovoide surque los aires de nuevo por obra del QB estelar del momento, todo volverá a ser igual.

Y si no me creen, busquen por qué nadie usa el dorsal número 34 en los Kansas City Chiefs.

 

[lt id=”2947″]

Comments (3)

  1. Completamente de acuerdo. Creo que deberíamos todos dejar de rasgarnos las vestiduras cuando el QB titular del equipo contrario vuelve al campo después de una posible conmoción o cuando es retirado por posible conmoción en el minuto 2 el WR estelar de nuestro equipo. Hay que respetar la norma que haya en cada momento….
    De todos modos esperemos que en el partido de vuelta entre Bills y Dolphins no sufra un pequeño percance Allen, lo retiren del partido y otra vez vuelva la NFL a dejar la norma como estaba al principio de temporada

  2. gil rdz

    solo esta recordar a stanley morgan en los años setentas new england vs oakland raiders

  3. Bernardo

    Felicidades, de repente algún periodista se vuelve coherente y deja de vender humo y mentiras, al igual que a UD, me encanta la l.football de los 80s y 90s, el de abres muy cargado a la defensiva que era todavía más brutal que hoy y en de hoy a perdido el equilibrio, auqnuen sigue siendo salvaje, así m gusta y no me hago tonto ni me digo mentiras, si sigue cambiando simplemente lo dejaré de ver y listo, si a los aficionados nuevos así le gusta, pues está bien, yo lo prefiero no como nació pero si noventero, recuerden a Rodney Harrison, orgulloso de los anabólicos que se metía, si los prohibieran seria menos salvaje, recuerden a Lyle Lalzado, más como UD dice, si nos quieren dar circo, por mi encantado, gracias, Muy bien articulo

Deja tu comentario