¿Lección aprendida para John Harbaugh? Tomar los puntos
Buffalo tropezó el domingo anterior en Miami, pero no planeaban caer en el mismo pozo dos semanas consecutivas. Esta tarde, los Ravens parecían tener el encuentro en su bolsillo, pero gracias a un par de decisiones dudosas del HC John Harbaugh, los Bills renacieron y pudieron llevarse una victoria que en algún punto parecía perdida. Así, lección aprendida: en encuentros cerrados, tomar los puntos parecería ser la opción más factible.
Fiasco ofensivo de los Ravens
La NFL actual es bastante agresiva. Simplemente ya resulta descomunal la cantidad de ocasiones en que un entrenador en jefe decide jugársela en cuarta oportunidad en lugar de tomar puntos que, si bien no son una anotación de seis, suben al marcador y pueden evitar derrotas que al final del año se reflejan, incluso, con la eliminación de playoffs. Una de dichas situaciones se presentó esta tarde en Baltimore.
No obstante, antes de hablar del exclusivo fiasco de John Harbaugh, debe hacerse mención del panorama general; uno donde los Ravens ostentaron ventaja en el marcador de hasta por 3-20 poco antes del término de la primera mitad. Sin embargo, desde allí no lograron volver a anotar, y buena parte se debe a que al QB Lamar Jackson se le olvidó cuidar el ovoide y lanzó dos intercepciones, aunque una desviada, en el último periodo de juego.
Jackson, quien posiblemente se encontraba jugando a nivel MVP, finalizó la tarde con 20 de 29 envíos completos para 144 yardas, 1 TD, 2 INT, y otras 73 yardas por tierra, reflejando su gran actuar en las manos del WR Devin Duvernay, y acompañados de una grata sorpresa por tierra del RB Justice Hill, quien lamentablemente abandonó el encuentro antes de concluir debido a una lesión de pierna.
¿Lección aprendida para John Harbaugh? Tomar los puntos
Todo lo anterior y más permitió que los Bills gradualmente regresaran al encuentro. Aun así, Baltimore tuvo en sus manos la oportunidad de cerrar el mismo. Con poco más de 4 minutos restantes en el último cuarto, y 20 a 20 la pizarra, John Harbaugh escogió jugársela en Cuarta & 2 en zona de goal. ¿El resultado? Intercepción a Lamar Jackson. Subsecuentemente, Buffalo recibió el ovoide para concluir el partido con un gol de campo mientras el tiempo de juego expiraba.
De haber Harbaugh tomado los puntos, el juego, mínimo, se hubiera ido a tiempo extra y la historia podría ser diferente. Pero al parecer el head coach de 60 años de edad, y muchos otros más, no han entendido que a veces es mejor irse con la mitad de puntos que con las manos vacías, sobre todo en una cita tan cerrada. Y resulta más triste saber que la misma situación le ocurrió a los Ravens en la Semana 2 ante los Dolphins; simplemente Harbaugh no ha aprendido la lección.
Por si fuera poco, esto no agobia solo a los fanáticos por el resultado, sino a sus mismos jugadores, siendo el CB Marcus Peters la perfecta muestra de ello, descargando su enojo en las líneas laterales en contra de sus propios compañeros por no haber podido frenar el último ataque ofensivo de los Bills. Nuevamente, nada de ello hubiera ocurrido si Harbaugh decidiera haber tomado los puntos. Al no hacerlo, Baltimore acumula su segunda derrota del año.
Josh Allen lo puede todo, incluso robar una victoria de Baltimore
Mientras tanto, sí, los Bills venían de una derrota ante Miami, pero era obvio que estarían bien. Y esta tarde no solamente mostraron gran tenacidad, dieron una auténtica clase de no rendirse, y es una cualidad que hace de un equipo grande, uno de élite. A Buffalo se le debe matar, y si el rival no se ocupa de enterrarlos, simplemente no se les debe descartar del juego; los Ravens son la muestra perfecta de ello.
Usualmente se debe contar con un quarterback estrella para lograr la proeza, y Josh Allen lo es. Su línea final fue de 19 de 36 envíos completos para 213 yardas, 1 TD, 1 INT, y otras 70 yardas y anotación extra por tierra. ¿Ha registrado mejores estadísticas? Claro, pero su actuar de hoy fue suficiente para cumplir en los momentos importantes y dejar a su K Tyler Bass en posición de ganar el juego con un gol de campo de tan solo 21 yardas.
Ello es lo que un jugador élite realiza: poner a su equipo en condiciones de salir airosos a pesar de la adversidad de la situación. Allen no necesita -necesita pero no tiene- de un juego terrestre estelar, simplemente con el WR Stefon Diggs sale adelante. Aunque, no puede ser olvidado, cómo extrañó este equipo el domingo anterior al S Jordan Poyer, quien volvió de su lesión de pie y se adjudicó dos intercepciones, siendo una en zona de anotación para salvar el día.
Finalmente, este fue un duelo donde, más allá del ganador, se debe dar gracias por el espectáculo. Baltimore y Buffalo continúan siendo grandes favoritos al título, y no sería extraño que este haya sido solo el preámbulo de aquello que nos espera en postemporada.
¿Son los Bills aún favoritos para hacerse con el SB LVII? ¿Podrán los Ravens tomar ritmo con el paso del año? Te leemos en los comentarios debajo de este artículo y en nuestras redes sociales.
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