Joe Burrow: ganador por naturaleza – Desde la yarda 1
“Intento dejar un legado sobre trabajo duro, lealtad y dedicación a donde quiera que vaya.”
-Joe Burrow
El sueño de cualquier niño que juega futbol americano siempre será el de lanzar el pase de touchdown con el que tu equipo gana el campeonato. Eso es un hecho innegable e irrefutable. Nadie sueña con ser tackle ofensivo o long snapper.
Joe Burrow llegó a la ciudad de The Plains en el estado de Ohio cuando estaba por comenzar a cursar el tercer grado de la primaria. Su camino ahí estuvo marcado por su padre, quien fue contratado por la escuela Athens High School para ser entrenador del equipo de futbol americano.
A pesar de haber nacido en Iowa, Joe Burrow es un talento hecho y derecho en Ohio, estado que ha producido grandes nombres como Roger Staubach, Charles Woodson, Ben Roethlisberger, Russell Wilson, entre otros.
Un gran talento templado por las dificultades
Desde niño, Burrow siempre demostró ese algo especial. Su entrenador de quarterbacks en High School, Nathan White, se refiere a las cosas que hacía Burrow cuando fue su jugador como algo “simplemente espectacular”. Incluso, señala que “no le sorprende” que su otrora pupilo haya llevado a los Bengals al Super Bowl.
Al tiempo que Burrow iba creciendo, White se convirtió en entrenador en jefe de la Athens High School, donde con Joe como quarterback, llegaron a la final estatal en su último año como jugador elegible en High School, además de haber quedado campeones regionales en sus tres años como titular.
Nombrado Mr. Football en Ohio (mejor jugador del estado) en ese año, 2014, Burrow se quedó con un pendiente: ser campeón estatal. En una derrota que lo marcaría de por vida, Athens no pudo alzar el trofeo del estado tras perder la final, muy a pesar de la extraordinaria línea estadística que firmó el pasador: 26 de 45 pases completos, 446 yardas por pase y 6 pases de touchdown. Joe Burrow se refiere a esa derrota como “el peor día de su vida”.
De ahí en adelante, pareciera, el destino fue poniendo pruebas a este quarterback con el afán para demostrarle a todo el mundo que, dentro de su ser, había un ganador nato que estaba destinado a grandes cosas. El 28 de mayo de 2014, Burrow se comprometió a una beca con Ohio State University (OSU), la universidad insignia del estado donde creció. Era un sueño hecho realidad. Sin embargo, cuando algo es demasiado bueno para ser verdad, no lo es.
Entre 2015 y 2017, Burrow fue considerado un red shirt, es decir, por decisión del programa, su participación con el equipo fue retrasada para alargar su elegibilidad, pues el staff de coaches en OSU, decidió que J.T. Barrett era mejor para comandar su ofensiva. ¿Y qué fue del elegido? Fue firmado como agente libre novato por los Saints en el 2018 tras irse sin ser seleccionado en el Draft de ese año y actualmente está sin equipo en la NFL.
En 2018, cuando Barrett terminó su elegibilidad, parecía que Burrow por fin se convertiría en el quarterback titular de los Buckeyes, no obstante, el destino volvió a reservarle una cruel jugada y, tras batallar con Dwayne Haskins por la titularidad, tomó la determinación de transferirse de universidad al haber sido relegado –una vez más– a la banca. Haskins, por cierto, fue seleccionado decimoquinto en la primera ronda del Draft de 2019 por Washington, cortado un año después y firmó en 2021 con los Steelers un contrato de reserva a futuro.
La decisión clave de Joe Burrow
Así entonces, el 18 de mayo de 2018, Burrow “mudó sus talentos” de Ohio a Luisiana, para convertirse en el quarterback titular de los Tigers de Louisiana State University (LSU). Como junior en LSU, tuvo una temporada bastante modesta. En 13 juegos como titular lanzó para 2,894 yardas, 16 pases de touchdown y 5 intercepciones. Sin embargo, lo que el head coach Ed Orgeron veía en el joven pasador, era algo especial.
Al término de esa temporada 2018, Orgeron decide traer al equipo al asistente ofensivo Joe Brady desde los New Orleans Saints para convertirse en el coordinador de juego por pase de los Tigers. Con la filosofía de trabajo heredada por sus padres, así como lo aprendido en su tiempo en Athens High School, más el hambre por probar que dentro de su ser había un quarterback ganador, Joe Burrow absorbió como esponja los conceptos impartidos por Brady.
El resultado: temporada invicta, trofeo Heisman y la mejor temporada en la historia del futbol americano universitario para un quarterback. La cereza en el pastel: el campeonato nacional de la NCAA
Llegada a la NFL en 2020, ¿Regreso del Año en 2021?
En 2020, Burrow fue seleccionado número 1 global en el Draft por los Cincinnati Bengals. De inmediato y, a pesar de lo mostrado a lo largo de su carrera, el sentimiento generalizado alrededor de la liga hacia él era el mismo: no podría borrar la historia perdedora de la franquicia.
Su año de novato comenzó de manera promisoria, aunque algo discreta a la sombra de Justin Herbert que causaba sensación en los Chargers como pick 6. Sin embargo, una ruptura de ligamento cruzado anterior en la semana 10 ante Washington, lo dejaba fuera de combate por el resto de la campaña; las dudas, entonces, de cara a la temporada 2021, se agolpaban en torno a su recuperación de la lesión y si podría confirmar lo mostrado en su año de novato.
¿La respuesta de Burrow en 2021? 70% de pases completos, 4 611 yardas por pase, 34 touchdowns y un título divisional (barriendo las series ante Pittsburgh y Baltimore, de pasada). Todo esto, por cierto, siendo el quarterback más capturado de toda la NFL.
Siguiente paso, cambiar tres décadas de historia perdedora
Al zanjar ese debate, los cuestionamientos, giraron en torno a si sería capaz de romper la sequía de 31 años que tenían los Bengals sin ganar en la postemporada; algo que ni Carson Palmer ni Andy Dalton, fueron capaces de lograr.
No solo logró romper la racha sin victoria en postemporada de más de tres décadas en Cincinnati, sino que lo hizo con estilo. Pero eso no era suficiente, había que confirmar. Primero, fueron los Tennessee Titans, primera siembra de la AFC. Después fueron los Kansas City Chiefs y su superestrella, Patrick Mahomes. Ningún problema para Burrow.
Siempre impávido ante la presión, siendo el líder que esperaban desde años en Cincinnati, Burrow está hoy a un partido de confirmar su estatus como un quarterback de élite. Pareciera que haber llegado al Super Bowl podría ser suficiente en, apenas, su segundo año como profesional. Sin embargo, viendo en retrospectiva como se ha desarrollado su carrera, Joe Burrow quiere firmar el colofón a un muy promisorio inicio en la NFL con el máximo galardón en el deporte que ha amado y respirado desde que nació.
La lección que nos deja Joe Burrow
Debo admitir que yo también tenía mis dudas, no sobre el éxito en la carrera de Burrow, sino más bien sobre qué tan pronto iba a cambiarle la cara a una franquicia históricamente perdedora como los Bengals.
Hoy, Burrow me confirma que ganar está en su naturaleza y que es, hoy en día, la mejor posibilidad para que una ciudad y una franquicia, históricamente castigadas con dolorosas derrotas, pueda por fin escribir su nombre con letras de oro en la historia de la NFL.
¿Qué te parecen la carrera y la mentalidad de Joe Burrow en estos Cincinnati Bengals? Te leemos en los comentarios bajo esta columna y en nuestras redes sociales.
Comments (2)
Alexx Barragán
Soy bengals desde que tengo uso de razón la llegada de Burrow y todos los demás jóvenes cambiaron mucha de esa larga historia perdedora que arrastraba el equipo debido a esa mentalidad ganadora que tienen ellos
Eduardo Blanco
¿Tanta necesidad tenemos de crear nuevos héroes por “un día bueno”? Vamos a esperar que sobreactuamos demasiado rápidos y ya lo están comparando con Tom Brady y Mahomes, esperemos un poco más.