John Madden, head coach de los Oakland Raiders.

John Madden, head coach de los Oakland Raiders.

John Madden: el nombre del football que resonará en la eternidad

 Por Enrique “Henri” B. Franco. Sigue su proyecto en @naciónpatriots y nacionpatriota.com.

¿Puede la historia escribirse sin tu nombre? Esa debe ser la pregunta que toda leyenda debe hacerse para alcanzar la grandeza. Y es que más allá de los números, los récords y los títulos, todo ello conforma un legado. Dicho lo anterior, por eso es imposible cuantificar lo que una persona hizo en una vida. No obstante, un nombre como el de John Madden nos permite englobar todo de manera sencilla.

Sabemos quiénes son Michael Jordan, Babe Ruth, Pelé, pero en este deporte, pocos son tan sonados como el propio Madden. Y es que su nombre, de entre todos los históricos, es el primero que conocemos al acercarnos al mismo, todo a partir de su propio legado.

John Madden abrió las puertas de este deporte a una generación

Todos conocemos la icónica intro de EA Sports “It’s in the game” o tchenegeyme o algún derivado que probablemente washawasheábamos en nuestra infancia. Y de la misma manera, el que nos abrió al mundo de este deporte, aquel cartucho o disco que llevaba su apellido: el Madden.

Cómo sería a lo largo de una vida, John tocó el corazón de Trip Hawkings, antiguo fundador de EA, que quiso hacer el proyecto de su vida, basándose en los conocimientos en el deporte del mítico entrenador. Así, como rostro y consultor de la saga, Madden empezó en 1988 su reconocida franquicia.

Con ella, no solo la compañía Electronic Arts se convirtió en uno de los corporativos multimillonarios más grandes de la industria, también le hizo entrar a otro salón de la fama, el del videojuego, junto a franquicias como Pong, Pac-Man, Super Mario Bros, Tetris, Doom y World of Warcraft, por su enorme cantidad de ventas. 

A diferencia de los títulos mencionados, Madden NFL destaca porque ni siquiera requirió el vehículo de una mascota o personaje sacado de la ficción como estandarte. Fue uno de los primeros casos de marketing deportivo llevado al otro nivel; aprovechando su creciente fama con los Raiders, después de los títulos y récords, Madden se convirtió en un icono de la cultura pop de esta manera.

La voz de múltiples generaciones

Eventualmente, Madden pasó de ser la cara del juego, a la voz oficial del mismo. Era inconfundible, inolvidable e inevitable escuchar la narración de tan enorme figura. John Madden no solo narró para todos en un momento especial de nuestros equipos y de la NFL, sino también, para cada uno, en cada partida dentro del videojuego; incluso, para aquellos amantes de la comedia, en tan icónico episodio especial de Los Simpson donde narra lo absurdo de la lógica del programa al finalizar la historia.

Para quienes crecimos escuchando sus crónicas en cada entrega del Madden, fue hasta algo común que alguna vez se le consultara sobre alguna jugada en los menús antes de cada snap. Inadvertidamente, se convirtió en nuestro guía para entender los fundamentos del deporte mismo. De esa manera, es como uno podía acercarse como nadie a esos jugadores, esos equipos y ese ambiente.

Superando las barreras del mito

John Madden fue más allá de lo que alguien más había siquiera intentado. Viendo sus oportunidades, obtuvo la inmortalidad al volverse parte de la cultura popular. Ya no exclusivamente era el entrenador de la NFL, hoy podemos decir que su presencia es sinónimo de creación. 

El brillo de sus obras es incuestionable y fascinante. Pero la facilidad con las que llegaron a cada uno, es lo que lo enaltece definitivamente. Es como en aquella escena de “Pequeños Gigantes”, donde termina varado en el pueblo de los protagonistas con un autobús lleno de las más grandes estrellas de la NFL. Jugar su videojuego, escuchar sus crónicas, ver a sus Raiders, era exactamente eso, una sensación de que el football llegaba a ti para cambiar tu vida. 

Cuando los pequeños le piden a John Madden un consejo antes del momento (partido) más importante de sus vidas, lo dice de una manera tan práctica como efectiva, que hoy en día es el ejemplo de su grandeza; porque Madden no revolucionó una cultura gracias a su vestimenta o solo sus frases y resultados, sino por la manera práctica de ver lo incomprensible y de poder transmitir su mensaje a niños y adultos en partes iguales:

“No hay un gran secreto para ganar en el football, tan solo hacer lo que estos sujetos hacen todo el tiempo… simplemente ve y da lo mejor de ti mismo, en conclusión: llevé a un equipo al Super Bowl y lo ganamos, incluso tenía jugadores que nadie más quería, pero éramos un equipo, eso es lo que son… El football es similar a una familia, se tienen que golpear los unos a los otros, pero tienen que mantenerse juntos como una familia. Si entienden esto, estarán bien.”

Los grandes entrenadores de la historia triunfaron por hacer llegar sus ideas, por más alocadas que estas sean, a un grupo de personas unidas. En este caso, fue a una generación (y muchas más en el futuro), que recuerdan un nombre como sinónimo del juego que cada domingo nos hace reír, llorar, sufrir y sobre todo, nos levanta para alentar sin importar nada más. John Madden, a todos los que fuimos como esos pequeños gigantes, sentimos cómo una vez nos dio la mano para adentrarnos a la NFL. Ahora usamos esa misma mano para desearle un buen viaje a ese gran juego en la otra vida, quizás, llevado por el mismísimo Vincent Price otra vez.

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