Jonathan Taylor, ¿candidato a MVP tras lesión de Henry? – Desde la yarda 1
Decía el histórico LaDainian Tomlinson que se volvía “más fuerte conforme iba pasando el juego”. Palabras mayores de un jugador que, cuando lo recordamos, hay que hacerlo quitándonos el sombrero, pues cada domingo nos regalaba un espectáculo en la primera década del siglo XXI. Un jugador que logró colarse en la muy contada lista de jugadores en ganar el MVP de la liga, sin ser un quarterback.
Fue justamente en 2006 cuando LT consiguió la demencial cantidad de 31 touchdowns totales, 28 por carrera y 3 por recepción. Además de correr para 1,815 yardas a un promedio de 113.4 yardas por partido. Ese año, los entonces San Diego Chargers terminaron con marca de 14-2, cerrando la temporada con 10 partidos ganados de forma consecutiva. Durante esa racha, el equipo sumó 100 o más yardas por la vía terrestre en todos sus partidos.
Me atrevo a decir que el impacto de Tomlinson, como arma ofensiva, cambió hasta las reglas del Fantasy Football, pues era casi un hecho que quien lo tuviera en su roster, iba a ganar su liga.
Quince años han pasado desde aquella fenomenal temporada de MVP que firmó el hoy Salón de la Fama, con los Chargers; y pareciera que la liga ha tomado un rumbo distinto, pues todo el enfoque está en el juego aéreo, dejando en un rol secundario al juego terrestre.
Y expreso “pareciera”, pues hay un par de jugadores que nos han mostrado que la parte fundamental de una ofensiva es, precisamente, acarrear el balón. Dos jugadores que están en equipos que no tienen a quarterbacks de élite, pero que, sin embargo, siempre están peleando por un lugar en los playoffs, dándole a más de un contendiente fuertes dolores de cabeza.
Estoy hablando de Derrick Henry y Jonathan Taylor.
Derrick Henry, un reinado interrumpido por lesión
Para mala fortuna nuestra –y de quienes lo seleccionaron en su equipo de Fantasy Football–, Henry abandonó de forma prematura la temporada debido a una lesión en el pie. No obstante, hay que poner énfasis en lo que estaba haciendo el egresado de Alabama, pues en ocho juegos llevaba un paso demoledor a repetir como el único corredor en la historia en ligar dos temporadas de 2,000 yardas por carrera. Sus números, al momento en que se anunció su lesión eran, incluso, de considerarlo como serio candidato al MVP: 219 acarreos – 937 yardas – 10 touchdowns; además de ser fundamental en que sus Tennessee Titans ostentaran, en ese momento, un récord de 6-2.
Así fue que, mientras todos estábamos enfocados en lo que hacía Henry con los Titans, no pusimos atención a lo que estaba gestándose en Indianápolis.
El asalto a la cima de Jonathan Taylor
Ya nos lo había avisado la temporada pasada, sin embargo, no quisimos poner atención en que Jonathan Taylor estaba alzando la mano como el siguiente gran corredor de la liga. Quizás, esta falta de enfoque en lo que hacía la selección 41 del Draft de 2020 no llamaba tanto la atención, pues su carga de trabajo la repartía en un comité, no obstante, los partidos en que la ofensiva lo utilizó como su única opción en el juego terrestre, nos hizo decir wow.
En partidos del 2020 donde Jonathan Taylor acarreó el balón en veinte o más ocasiones, corrió para un total de 594 yardas. Más importante aún, en todos esos partidos, los Colts ganaron.
Con esos números, parecía una decisión cantada que Taylor sería el punto principal de la ofensiva en Indianápolis. Solo que no fue así. Los primeros 3 juegos de la temporada, no rebasó los 20 acarreos o las 100 yardas. De algún modo, Frank Reich, head coach del equipo, no entendía que la clave para que su ofensiva caminara era darle el balón al número 28.
Para la semana 4, Taylor superó por primera vez en la temporada las 100 yardas por carrera. El resultado: la primera victoria para los Colts. Y fue justo ahí el punto de inflexión en la temporada para Indy. A partir de ese momento, los Colts han ganado 5 de sus últimos 7 partidos, todas esas victorias, teniendo el siguiente factor en común: Jonathan Taylor corrió para 100+ yardas o acarreó el balón 20+ ocasiones.
Lo que impresiona de esa racha de Taylor y los Colts es lo hecho en los últimos tres juegos, pues en total, JT suma 473 yardas y 7 touchdowns por carrera que lo colocan hoy como el líder corredor de la NFL (1,122 yardas) y líder en touchdowns por carrera (13).
Si extrapolamos esos números y los proyectamos a sus promedios actuales por partido, terminaría la temporada con 1,734 yardas por carrera, pues su actual promedio es de 102.0 yardas por partido. A su vez, si tomamos su promedio de touchdowns por partido (1.18), Jonathan Taylor estaría cerrando la campaña con 20 touchdowns.
Los anteriores números no son todavía tan impresionantes como los conseguidos por LaDainian Tomlinson en 2006, sin embargo, Jonathan Taylor ha demostrado volverse más fuerte conforme ha ido avanzando la temporada y, como muestra, está lo hecho en noviembre. Para muestra, este último juego contra Buffalo.
En una temporada donde los candidatos a MVP fluctúan cada semana ¿Por qué no pensar en que Jonathan Taylor repita o mejore lo hecho por LT en 2006? Te leemos en los comentarios bajo este artículo o en nuestras redes sociales.