Los Cowboys fueron totalmente dominados por los Broncos
En el partido de la semana 9 que los presentaba como claras víctimas, los Denver Broncos se impusieron con total claridad y autoridad a los Dallas Cowboys en el AT&T Stadium por marcador de 30-16.
Todo salió bien para los visitantes en esta ocasión, ofensiva y defensiva se mostraron a punto en lo que podría calificarse como una de las victorias más importantes en los años recientes de la franquicia de Denver.
El juego se decidió por tierra y a la defensiva
A la ofensiva, el juego terrestre fue la clave. Aunque al inicio la frontal de los Cowboys parecía que tenía las cosas bajo control con un Osa Odighizuwa que estaba penetrando al backfield constantemente, en adelante los huecos se abrieron con mucha facilidad, al grado de que Javonte Williams acumuló 111 yardas, a lo que se sumaron otras 80 de Melvin Gordon con una anotación.
Esto además provocó que el juego aéreo, cuando decidieron emplearlo, fuera muy eficiente y tuviera jugadas grandes. Teddy Bridgewater completó 19 pases en 28 intentos para 249 yardas y, aunque no parecen demasiadas, las jugadas grandes fueron la clave, destacando lo hecho por Tim Patrick, quien se llevó una anotación en un pase de 44 yardas, mientras que Kendall Hinton, en su única recepción, se anotó 40 yardas en una tercera oportunidad que fue clave para sellar el triunfo de los visitantes.
El complemento perfecto fue lo hecho por la defensiva, que limitó a uno de los mejores ataques de la liga a un total de 290 yardas, de las cuales 140 vinieron en los últimos dos drives del partido cuando el partido estaba completamente decidido.
Mucho más importante que todo, la defensiva salió del campo cunado tenía que hacerlo permitiendo únicamente cinco conversiones de tercer down en 13 oportunidades. De las 10 series ofensivas de los Cowboys, en cinco no convirtieron ni un solo primero y diez y despejaron o entregaron el balón en downs, lo que le dejaba constantemente capos cortos a su ofensiva.
Con su defensiva fresca por pasar poco tiempo en el campo – tuvieron el balón más de 41 minutos – la presión que ejercieron a Dak Prescott fue constante y lo limitaron a únicamente 232 yardas, frustrándolo de forma continua y obligándolo a salir de la bolsa para comprar tiempo. Lo mismo pasó con el juego terrestre, el cual fue completamente sofocado, al grade que Ezekiel Elliott y Tony Pollard se combinaron para 62 yardas.
¿Qué sigue para Cowboys y Broncos?
Fue un partido de desastre para los Cowboys, que nunca pudieron despegar a la ofensiva y en la defensa se vieron superados. Ahora deberán reagruparse después de no presentarse a jugar por tres cuartos y medio y sacudirse la humillación para enfrentar a unos Falcons que vienen de vencer a los Saints.
Con esta victoria, los Broncos extienden la racha de victorias contra los Cowboys a siete juegos, contra quienes no pierden desde 1995. La próxima semana tendrán un duelo contra los Eagles en casa, con el que buscará continuar montando la cresta de la ola. Con un récord de 5-4 combinado con la derrota de los Raiders, están en una posición ideal para recomponer el rumbo de su temporada y aspirar a postemporada.
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