Damien Harris, RB de los New England Patriots.

Los Jets salen de New England todavía peor que antes y sin Zach Wilson

Por Enrique “Henri” B. Franco. Sigue su proyecto en @naciónpatriots y nacionpatriota.com)

Los alicaídos New York Jets llegaban a Foxborough con la necesidad de evitar la barrida en la serie divisional; pero la mayor urgencia provenía del contrincante, unos Patriots sin triunfo en casa hasta entonces y con una temporada cada vez más a la deriva. Al final, pareció que habíamos retrocedido dos años o más, a los mejores tiempos de la dinastía de New England por el marcador de 54-13 que saldó este encuentro de la Semana 7.

Ni el mejor piloto elevaría a estos Jets

Si acaso habían vislumbrado hambre de triunfo en la Semana 4 —contra ni más ni menos que los Titans— creo que fácilmente eso cavó sus tumbas. Primeramente, por un planteamiento hasta cierto punto agresivo, que en realidad tapaba una desesperación por obtener mejores resultados. ¿Qué sucedió? Expusieron demasiado pronto a su QB Zach Wilson (6 de 10, 51 YDS) y ahora carga con una posible lesión en el ligamento cruzado posterior que requerirá mayores estudios.

Todo este problema es algo que ya muchos criticaban de su HC, Robert Saleh, con los 49ers, el año pasado. Siendo el coordinador defensivo de San Francisco, era común que su unidad a veces fuera más corazón, que talento táctico y se excediera para compensar. Esta tarde fue más o menos lo mismo, ya que desde el comienzo fue claro que el head coach Bill Belichick y los Patriots habían establecido un ritmo que jamás alcanzaron los Jets. 

Si bien es uno de los equipos que más novatos ha hecho jugar esta temporada, no hay oportunidades para que ellos puedan generar ventajas en cierto punto. Queda de manifiesto en el desempeño del WR Elijah Moore (1 REC, 13 YDS, 1 acarreo, 19 yardas terrestres, 1 TD), pero luego de la anotación, nunca más vimos una intención real de seguir involucrándolo en la acción.

Difícilmente sabemos a qué tira este equipo: sus conceptos no ayudan a sus jugadores, hay una discrepancia en el manejo de sus novatos y ya hay una desesperación demasiado importante para un conjunto en reconstrucción. Esto tendría que preocupar a sus aficionados, ya que cuestiona directamente la elección de esta gente detrás del nuevo proyecto.

¿Debemos esperar un ascenso de los Patriots?

Si de Bill Belichick y sus muchachos dependiera, jugarían contra los Jets todas las semanas. Es increíble la manera que este rival sigue haciendo que se vean como el equipo de sus mejores años en la dinastía, incluso ahora.

Los Patriots dominaron de tal forma que apenas es la novena ocasión en que anotan 50 o más puntos en la era Belichick; con Tom Brady fueron 8, esta es la primera vez con otro QB. En relación con lo anterior, también fue la primera ocasión en que el QB Mac Jones lanzó para +300 yardas en su carrera (24 de 36, 307 YDS, 2 TD); sin embargo no debemos caer en extremismos. 

Así como las derrotas anteriores no mostraban a un equipo peleando más allá de sus capacidades hasta la última serie, tampoco debemos tomar este triunfo como una auténtica realidad. Los Pats ahora saldrán de Boston para realizar tres visitas en cuatro juegos: Los Angeles (Chargers), Carolina (Panthers) y Atlanta (Falcons), sin mencionar que reciben a los Browns en la Semana 10.

Con tantas lesiones encima resulta casi imposible asegurar que no llegaran a ser agobiados por el cansancio; el perímetro ya rasca entre sus suplentes con tantas lesiones de sus titulares y la línea ofensiva aún está a la expectativa de recuperar al OT Trent Brown.

La esperanza muere al último en New England

Aunque de haber luz al final del túnel, es que los Patriots ya empezaron a abrirle el libro de jugadas a su pasador novato; el RB Damien Harris (14 ACARR, 106 YDS, 2 TD) ya es mucho más seguro con el balón y sus contrataciones como el LB Matt Judon, el TE Hunter Henry (2 REC, 23 YDS, 1 TD) y el WR Kendrick Bourne (4 REC, 68 YDS) son justo lo que necesitaban. No es para nada un equipo contendiente (aún), pero los Jets eran una parada necesaria para recuperar confianza y vaya que se la dieron.

Afortunadamente para los Jets, esta pesadilla ya terminó –por esta semana–. Mientras que los Patriots esperan que nadie los despierte de este sueño.

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