Tom Brady, QB de los Tampa Bay Buccaneers.

Un reencuentro para decir “gracias, Tom Brady”

Por Gerardo García (@GerardoGD15)

Sin duda es difícil hablar de los New England Patriots, siempre polarizando. No hay más: o los amas o los odias. Desde hace veinte años había sido así, creando ese sentimiento que aún perdura. Pero bien dice el dicho “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”, y nosotros en 2020 perdimos la pieza más importante: Tom Brady nos dejaba, partía en busca de sus nuevos retos, y es aquí donde el dicho tiene peso.

¿Recuerdan cuando algunos pat fans se fueron contra Tom Brady?

Nos acostumbramos a ganar, a siempre estar en postemporada, a dominar en la conferencia, inclusive Bill Belichick cayó en esa arrogancia, creyendo que podría ser el pilar para mantener al equipo peleando… y ya vimos que no.

Apenas al conocerse la salida de Tom Brady de New England, ya había fanáticos que atacaban a ese jugador que nos dio alegrías que otros equipos no habían logrado y construyó una dinastía que, hasta la actualidad, ningún equipo ha logrado. Nos permitió ser el azote de varios equipos en temporada regular, y en playoffs el terror y némesis de muchos (¿no es así,  Manning, Roethlisberger?)

Incluso, lo vi de primera mano: en redes sociales y algunos grupos de chat de los Patriots no dejaban de decir “¿Para qué celebrar su Super Bowl, su récord?”, “se fue por tonto” o algún otro calificativo. Para ellos Brady ya no importaba; lo triste es que nuestra memoria no nos hace ver que sin él, los Patriots no hubieran logrado todo lo que hoy conocemos y muchos no saben la historia del equipo, y no era muy exitoso hasta que llegó la familia Kraft.

Ahora que Tom Brady regresó al Gillette Stadium, nos hizo recordar esos dulces años y recapacitar de la arrogancia que tuvimos. Todos nos alegramos de ver ese número 12 saliendo del túnel y vimos una muestra de algo grande, una vez más, del hijo pródigo. Se convirtió en el líder de yardas por aire en la NFL y no se aprendió la lección: no pudimos darle el festejo, la algarabía que se merecía, esa misma que Brady nos dio. Incluso Drew Brees se mostraba ansioso y listo por poder ir y estrechar la mano, no parábamos de verlo en pantalla, pero de nuevo, no ocurrió.

Sin embargo, Brady se mostró con clase y muy agradecido, despidiéndose de  todos los fans en el Gillette Stadium durante su entrevista después del juego  y mientras caminaba hacia los vestidores.

El mejor del partido 

A lo largo de la historia de la NFL hay duplas imposibles de olvidar, Bill Walsh y Joe Montana, John Lennon y Paul McCartney, Marty McFly y el doctor Emmett Brown… Este partido mostró quién era mejor entre Brady y Belichick, y la respuesta es la dupla que hacían Belichick y Brady. 

Todos los fanáticos que sentimos algo por los Patriots estuvimos al borde del asiento, sin importar quién tocará el balón. Pudimos sentir esa presión de ver a Tom Brady con el balón en los últimos dos minutos y, como la canción de El Rey León lo dice: “es el círculo de la vida” y nuestro QB actual, Mac Jones mostró que hay un techo alto por alcanzar y que, de tener un buen proceso desarrollo, la dinastía puede volver.

¡Gracias Brady Gracias!!

Gracias Brady por esta frase: Soy la mejor decisión que esta organización tomó”. Esta frase que escuchó Robert Kraft simplemente cambió la historia de un equipo.

Gracias, Brady: nos hiciste felices y aún nos das alegrías a muchos como yo, que crecimos viéndote y nos hicimos amantes de los New England Patriots y de este maravilloso mundo que es la NFL y toda su historia.

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