“QB Whisperers” y “QB Killers” en la NFL – Café Lombardi
En el mundo ecuestre es muy habitual hablar de la figura del Horse Whisperer, domador que tiene una habilidad especial a la hora de domar caballos. Les hablan al oído, de allí que le viene la denominación de “susurrador” o “encantador”.
La NFL, que se apropia de todo, ha adaptado su propia versión de domadores para la figura del QB. Así, existen los llamados “QB Whisperers”, entrenadores de quarterbacks que tienen un sexto sentido para poder entrenar a la posición más difícil del football. En una liga completamente obsesionada con los pasadores, tenemos muchos entrenadores que llegan a puestos de head coach solamente por su prestigio en el manejo de la posición: su claro objetivo es desarrollarlos; en definitiva, que le susurren al QB para pulir sus errores, como por arte de encantamiento.
Un libro escrito por Bruce Arians popularizó el término. El actual head coach de los Tampa Bay Buccaneers fue entrenador de quarterbacks como Peyton Manning, Ben Roethlisberger y Andrew Luck, –y de este último, debido a la enfermedad de Chuck Pagano acabaría siendo también head coach–. Tras su paso por aquellos Colts de Luck, Arians se marchó a los Arizona Cardinals, donde fue capaz de resucitar la, hasta entonces, errática carrera de Carson Palmer.
Otros “encantadores de quarterbacks” en la NFL
En este punto, Siempre me viene a la memoria la figura de Bill Walsh, el arquitecto del ataque sobre el que más se ha escrito y hablado en la NFL: la West Coast Offense. Walsh, que tuvo el buen ojo de ver a Greg Cook, fue capaz de desarrollar no uno, sino hasta dos QB completamente diferentes que son parte del Hall of Fame: Joe Montana y Steve Young.
En tiempos más recientes, otros entrenadores se ganaron ese calificativo. Mucho se ha escrito y hablado del papel de Mike McCarthy en la formación de Aaron Rodgers, o la especial influencia de Andy Reid con sus QB, aunque, cierto, hasta que no tuvo uno de las especiales características de Patrick Mahomes nunca había ganado un Super Bowl.
La otra cara de la moneda: los QB Killers
Otro caso es el de entrenadores en jefe que llegan al puesto precedidos de esa fama, pero luego no la han demostrado. En estos casos, hablaría de Qb Killers, auténticos “asesinos de quarterbacks”. Y me atrevo a hablar de dos candidatos muy concretos: Adam Gase y Matt Nagy, que, por razones que escapan a toda lógica, les dieron o les siguen dando oportunidades en la NFL.
Empecemos por Gase, que se ganó esa etiqueta tras su exitosa etapa en los Denver Broncos donde Peyton Manning superó toda clase de registros, pero sobre todo, tras ser capaz de meter en cintura a Jay Cutler en los Chicago Bears.
Lo que vino después fue mucho más apabullante que todo su éxito. En Miami le contrataron con un solo objetivo: desarrollar al ex primera ronda Ryan Tannehill. Al cabo de tres temporadas, Gase fue despedido y el QB acabó siendo traspasado por una modesta quinta ronda a los Tennessee Titans, donde ahora sí ha visto despegar su carrera, para asombro de los Dolfans.
Pero todavía hubo algo más asombroso: tras su despido fulminante en Miami, fue contratado por sus rivales divisionales, los New Jets, para “reconducir” la carrera de Sam Darnold, tercera elección absoluta del equipo en 2018. De nuevo, Gase demostró su escasa pericia y, tras solamente dos temporadas, fue despedido. Sam Darnold acabó siendo traspasado a los Carolina Panthers, donde, de momento, en solamente tres partidos, ha mostrado mucho más que en todo su tiempo con dicho Qb Killer
Otro miembro ilustre de esta categoría es Matt Nagy. Tras ganar su fama en el staff de Andy Reid –ocupó diferentes posiciones de asistente ofensivo en Eagles y Chiefs– fue contratado por Chicago para desarrollar la carrera de Mitchell Trubisky, segunda elección absoluta del equipo en 2017. Luego de tres convulsos años con contrataciones de pasadores como Nick Foles, continuas entradas y salidas de la titularidad, los Bears y Trubisky tomaron caminos separados.
En esta pretemporada los Bears contrataron a Andy Dalton. Cuando en el Draft se les presentó la oportunidad de poder elegir a Justin Fields, no se lo pensaron dos veces y subieron posiciones a por él. Se supone que Nagy tendría su oportunidad de poder desarrollar a su QB, a diferencia del anterior, Fields habría sido una elección suya y del GM Ryan Pace.
Sin embargo, por lo visto hasta el momento Matt Nagy lleva un camino idéntico al de Adam Gase. “Matar al QB”, no hay otra forma de calificar lo que el pasado domingo hizo Nagy con su novato. No solamente lo expuso de forma innecesaria tras una lastimosa línea ofensiva, sino que, por momentos, parecía más empeñado en demostrar que el QB no está aún listo para jugar que en diseñarle un plan de juego que potencie sus cualidades – pero que, sobre todo lo proteja del castigo brutal del que fue objeto (nueve sacks e incontables hits)–.
¿Cómo terminará la historia? Adam Gase no tiene trabajo en la NFL, y veremos lo que puede tardar el segundo. Nagy bien podría ser el primer head coach cortado en plena temporada en los 101 años de historia de los Chicago Bears.
¿Qué otros QB Whisperers y QB Killers recuerdas en la NFL? Te leemos en los comentarios bajo este artículo y en nuestras redes sociales.
Comments (2)
Ricardo Rafael Rodriguez Reali
Que me dicen de Jon Gruden tanto con Rich Gannon como con Derek Carr?
Iván Anduaga
Qué lectura tan agradable. De lo mejor que he leído en este sitio.