¿Qué es lo “menos peor” que ofrecen los Texans para la Temporada 2021?
NOTA: Este artículo fue elaborado por Julio César Castillo y Enrique Bustamante, de nuestro Scouting Combine Virtual de Primero y Diez.
En el análisis previo a la Temporada NFL 2021 de cada equipo de la liga, hay una organización que, sin duda, está en la peor situación de todas. De 2019 a la fecha (que en tiempo NFL es casi abrir y cerrar de ojos), los Texans pasaron de ser un equipo de playoffs a uno de los rosters más debilitados de la liga. Entre la polémica de Deshaun Watson y su deseo por salir de la organización, así como la partida de J.J Watt y el trade de DeAndre Hopkins, este equipo ha sido desmantelado al grado de estar compitiendo desde ya por la primera selección del Draft NFL 2022. Esto hace plantearnos, ¿cuáles son los aspectos más rescatables de este equipo?
Sería muy sencillo simplemente creer que los aficionados fervientes de los Texans no poseen razones importantes para seguir apoyando a su equipo este año; sin embargo, existen elementos alentadores en una época de reconstrucción de un equipo despojado de toda identidad. ¿Hay razones para ser optimistas con estos Texans?
¿Qué es lo “menos peor” que ofrecen los Texans para la Temporada 2021?
Algunas áreas rescatables de los Texans para esta temporada, en nuestra opinión, son las siguientes:
Staff de coacheo
Durante offseason nombraron a David Culley como su nuevo HC, quien desde 1994 ha estado presente en en la NFL trabajando con coaches del calibre de Bill Cowher, Andy Reid, Sean McDermott y John Harbaugh, destaca su función como asistente de HC durante seis años, cuatro de ellos con Reid (2013-2016) y un par con Harbaugh (2019-2020).
También cuenta con la ayuda de Lovie Smith, un verdadero experto en arreglar malas defensivas. Durante nueve temporadas al frente de Chicago, Smith cosechó un récord de 81-63, tres títulos divisionales, dos apariciones en el campeonato de la NFC y una aparición en el Super Bowl.
Un buen QB suplente
Tyrod Taylor es un backup bastante efectivo, que cuenta con diez años de experiencia dentro de la liga, esto es realmente importante considerando que detrás de él se encuentra Davis Mills, quien muy probablemente sea el plan a futuro de esta franquicia Es claro que sería sumamente benéfico el apoyo y soporte de un veterano como Taylor para Mills. Adicional a esto, Taylor ofrece la capacidad de cuidar el balón, buena movilidad para escapar de la presión de la línea defensiva y un récord de 22-20 como titular a lo largo de tres años con los Bills con una aparición en playoffs.
Un backfield nutrido
Lo más rescatable de este grupo de RB es la profundidad, brindando un mayor margen de maniobra si alguno de estos jugadores llega a lesionarse. Actualmente esta unidad se conforma por David Johnson, Mark Ingram, Rex Burkhead y Philip Lindsay; aunque ninguno de estos sea un RB top, como conjunto podrían evitar ser uno de los peores ataques terrestres de la liga y, aún más importante, quitar presión de los hombros de quien sea el QB titular del equipo.
Todo parece indicar que esta será una ofensiva que quiere mantenerse a flote por tierra mientras se resuelve lo que pase con Deshaun Watson. Los Texans corrieron tan solo para 1,466 yardas en 2020 (puesto 31 de la NFL), pero ahora buscarán darle un giro radical. Si les resulta, podrían dejar de depender en demasía del pase, mientras descubren a su nuevo QB franquicia en los próximos años.
El giro que puede darles el GM Nick Caserio
Tras aguantar un año con los desvaríos de Bill O’Brien, finalmente trajeron en Nik Caserio a una persona realista al cargo. Sin importar quién lo recomendó, Caserio trae a la mesa ideas heredadas por su ex-empleador Bill Belichick. Este año, lógicamente, no busca atraer estrellas, sino gente trabajadora queriendo aportar. Aún sin ser los mejores en muchos casos, linieros ofensivos como Lane Taylor y Marcus Cannon, el RB Mark Ingram, entre otros, vienen a trabajar y servirán de guías para los más jóvenes.
Incluso sin funcionar este año, los contratos de bajo riesgo ayudarán a evitar repetir los errores de la antigua administración. En sus más de 30 acuerdos de este año, la idea parece muy sencilla, una competencia proactiva: WR Anthony Miller vs WR Nico Collins, OT Marcus Cannon vs OT Tytus Howard, etc. La competencia es tan amplia –por el número de jugadores traídos– que resulta interesante.
Conclusiones
La incógnita en torno a Deshaun Watson y un roster con muchos huecos hacen cuestionarnos seriamente si estamos ante un potencial candidato al primer 0-17. No descartamos que puedan dar alguna sorpresa, particularmente en juegos divisionales ante rosters más fuertes como Titans o Colts, pero el núcleo de talento que los hizo un equipo de playoffs tan solo unas campañas atrás se ha ido, dejando a este equipo con fuertes interrogantes de cara a la temporada 2022.
Aún con todo lo malo a su alrededor, Houston como equipo quiere ser competitivo, porque cuando se compite todos los días en cada práctica, de vez en cuando se puede proyectar en el campo. De repente, esa nula seguridad en cada puesto puede que aliente a más de un competidor en el roster a destacarse cada semana y quién sabe, incluso robarse en conjunto algún triunfo en el proceso.
Los Texans son, como dijo el recientemente intercambiado WR Randall Cobb en conferencia de prensa, “una franquicia emergente.” A pesar de las dudas, son un equipo que ya tiene una organización con ideas puestas en marcha. En consecuencia, como reconocen exjugadores del conjunto, están en buenas manos gracias a Nick Caserio y el head coach David Culley.
¿En tu opinión, qué rescatarías de los Texans para esta temporada y las que vienen a corto y mediano plazo? Te leemos en los comentarios bajo este artículo y en nuestras redes sociales.