Antonio Brown, el villano que ríe al último
La historia de Antonio Brown ha estado llena de altas y bajas (principalmente bajas en años recientes), y ahora se encontró con un triunfo en el Super Bowl LV.
El ascenso y caída de Antonio Brown
A estas alturas de la historia parece que fue hace mucho tiempo que Antonio Brown era considerado el mejor receptor de la NFL, pero tuvo seis temporadas consecutivas con al menos 1 200 yardas (2013 a 2018), con un máximo de 1 698 en 2014. Para 2018 Brown ya contaba con siete llamados al Pro Bowl y cuatro designaciones al equipo All-Pro, pero justo ahí comenzaron los problemas.
Tras muchos problemas internos en 2018, Brown fue mandado a los Raiders en el offseason de la Temporada NFL 2019, equipo con el que nunca llegó a jugar porque consiguió ser dado de baja tras muchos conflictos. Los Patriots le dieron una oportunidad, pero solamente estuvo con ellos un partido porque los problemas seguían apareciendo y fue dado de baja. Ese año no volvió a ver acción y parecía que su carrera estaba terminada.
Hasta que volvió a aparecer Tom Brady.
El veterano QB convenció a su nuevo equipo, los Tampa Bay Buccaneers, de darle una nueva oportunidad a Antonio Brown, que se unió al equipo como un refuerzo para un ataque aéreo que ya contaba con Mike Evans, Chris Godwin, Cameron Brate y Rob Gronkowski.
Brown estuvo con los Buccaneers en ocho encuentros, consiguiendo 483 yardas y cuatro anotaciones. Durante los playoffs no vio mucha acción, atrapando tres pases para 59 yardas con un touchdown. Pero algo era imposible de negar: estaba encaminado al Super Bowl tras una larga historia de problemas personales.
La “redención” de Antonio Brown
El Super Bowl LV no fue un partido espectacular para Brown, pero tuvo su momento de “redención” al atrapar un pase de anotación que puso a los Buccaneers arriba 21-6, y que da la impresión de que fue la daga que aniquiló las esperanzas de los Chiefs.
TOM BRADY TO ANTONIO BROWN
— PFF (@PFF) February 8, 2021
Brown terminó el encuentro con cinco recepciones para 22 yardas y su anotación, y la triste lección es “el crimen sí paga”, porque además de hacerse de un anillo de Super Bowl recibirá un bono de 750 000 dólares por haber ganado el encuentro.
Sí, cuando un jugador con problemas firma un contrato de “oportunidad” recibe poco dinero garantizado y muchas promesas en forma de bonos, y una de las mayores era ese bono por ganar el Super Bowl. Así que, además de todo, se llevará un buen dinero extra a casa por haber hecho una pequeña aportación en la temporada de los Buccaneers.
Lo más triste de todo esto es que la historia aquí es que sin importar lo que hagas fuera del campo el talento te mantendrá dentro de la liga y seguirás teniendo oportunidades de ganar y hacerte de más fama.
¿Qué opinas del caso de Antonio Brown? ¿Se merecía esta oportunidad? ¿Podrá mantenerse con los Buccaneers un año más? Esperamos tus comentarios.