A pesar de su récord, los Steelers están lejos de ser perfectos
En un encuentro programado en un extraño horario de miércoles por la tarde, los Pittsburgh Steelers consiguieron su décimo primera victoria de la temporada, manteniendo su récord invicto en la temporada 2020 al imponerse en casa a los Baltimore Ravens por marcador de 19 – 14.
The @steelers improve to 11-0 this season to extend the best start in franchise history.
The last team to start 11-0 was the Panthers in 2015 (started 14-0). pic.twitter.com/Lv0uGaknV1
— ESPN Stats & Info (@ESPNStatsInfo) December 2, 2020
Podemos apreciar el gran esfuerzo defensivo de ambos equipos, eso es algo que sin duda destacó esta tarde. Las dos escuadras tuvieron jugadas individuales en los tres niveles de la defensiva que destacaron. Ejercieron presión constante a los quarterbacks, defendieron pases bien lanzados para impedir recepciones y limitaron a los corredores opuestos.
No cabe duda de que Pittsburgh, de la mano de una defensiva que presiona al QB contrario y se roba el balón como pocas, llegará tan lejos como ese cuadro los lleve.
T.J. Watt has generated at least 4 pressures and a 10% pressure rate in every game this season.
Watt’s 10-game streak of 4+ pressures is already the longest in the Next Gen Stats era (since 2016).
Will Watt continue his streak today?#BALvsPIT | #HereWeGo
— Next Gen Stats (@NextGenStats) December 2, 2020
¿Y la ofensiva de los Steelers?
Sin embargo no podemos dejar de mencionar la inoperancia ofensiva que se hizo presente, también en ambos equipos. Del lado de Baltimore, sin su quarterback titular y sus dos primeros running backs, solo por mencionar un par de bajas en su roster, es hasta cierto punto más entendible. Lo que parece imperdonable es que la ofensiva liderada por Ben Roethlisberger, complementada por receptores tan complementarios como JuJu Smith-Schuster, Diontae Johnson y Chase Claypool, además de Eric Ebron como Tight End, hayan llegado al último cuarto del partido sin un solo touchdown para presumir.
Los pases soltados por parte de los receptores, la selección de jugadas y una intercepción en la zona de anotación mantuvo a los Steelers fuera de la zona de anotación hasta que dos minutos dentro del último cuarto Smith-Schuster anotó de seis con un pase de una yarda.
Incluso, el flujo del partido fue tal que los Ravens estuvieron a distancia de cinco puntos faltando menos de tres minutos para que concluyera el juego.
Seguro; podemos atribuirlo a la rivalidad divisional, a que cuando estos equipos se enfrentan los récords no importan y ese largo etcétera, pero estamos hablando del equipo que está soñando con la temporada invicta, unos Pittsburgh Steelers que, de acuerdo con su afición y con ellos mismos, están listos para hacerse de su séptimo título de Super Bowl. Desafortunadamente, lo visto esta tarde está lejos de esas aspiraciones.
¿Será suficiente contra la competencia?
Basta con ver lo hecho apenas hace unos días por un equipo como los Kansas City Chiefs que, a medio gas, le pasó por encima a los Buccaneers. Si nos vamos a la NFC, hay que mencionar a unos Green Bay Packers que metieron más de 40 puntos a (hablando de rivalidades divisionales) los Chicago Bears.
Los Steelers tienen mucho que mejorar en su eficiencia ofensiva, sobre todo en zona roja, ya que esta tarde convirtieron únicamente en una ocasión de las cuatro que estuvieron en ella. Anotando 20 puntos – y haciéndolo con tanto trabajo – difícilmente podrán competirle a los ya mencionados Chiefs, incluso un equipo como los Titans, que ya les dio muchos problemas hace algunas semanas, luce complicado por su estilo de mantenerse a la distancia necesaria para asestar la puñalada letal.
Jugando como lo han hecho en partidos como el de esta tarde, o sufriendo tanto como lo hicieron para ganarle a los Dallas Cowboys (otro equipo muy inferior) parece que ese mencionado sueño de la temporada invicta pende de un hilo.
¿Qué opinas de esta victoria de los Steelers? Te leemos en los comentarios bajo este artículo y en nuestras redes sociales.