El problema de los Eagles NO es Carson Wentz
Tras otra derrota muy dolorosa, parece que tooos en Philadelphia se han rendido con Carson Wentz, pero él no es el responsable total de este problema.
De hecho podríamos decir que, la mayor parte del tiempo, es una víctima de la situación que viven los Eagles.
Si uno revisa los números de Wentz en el partido que perdieron esta noche ante Seattle, las cosas parecen más o menos normales: 25 de 45 pases para 215 yardas con dos pases de anotación y una intercepción. Cierto, su segundo pase de touchdown vino en el final del encuentro en un Hail Mary, pero digamos que no es una actuación desastrosa.
Lo que es un auténtico desastre es su línea ofensiva.
Los problemas de Carson Wentz
Cuando uno ve lo que pasó en la ofensiva de Philadelphia esta noche (y en general, en todo lo que llevamos de la temporada), hay un factor común: Wentz vive bajo presión casi todas las jugadas. De hecho los Seahawks, uno de los peores equipos en términos de presionar al QB, consiguieron seis sacks, y eso nos debería decir algo.
Por ejemplo esta jugada de Jamal Adams, que entra completamente solo para hacer la captura sobre el QB de los Eagles.
Jamal Adams came off the edge with purpose 😤 @Prez @Seahawks
📺 #SEAvsPHI on ESPN pic.twitter.com/8p1bjBwjrd
— The Checkdown (@thecheckdown) December 1, 2020
Es más, en varios de sus pases completos los elementos de los Seahawks estaban sobre él al momento de lanzar, y aun así lograba conectarlos.
Wentz hit Goedert with the pressure right in his face 🎯 @cj_wentz @goedert33 @Eagles
📺 #SEAvsPHI on ESPN pic.twitter.com/HzDCHZhhFg
— The Checkdown (@thecheckdown) December 1, 2020
En ambos casos, sin importar el resultado final de la jugada, el denominador es el mismo: no hay protección para Carson Wentz. Y los números demuestran que no la ha tenido en todo el año. Y esto es lo que en realidad está generando los problemas de este quarterback.
La diferencia que hace una línea ofensiva
Tal vez no lo recuerden ahora, pero hace no mucho Carson Wentz era candidato claro para ser MVP de la liga. De hecho, era en 2017, cuando los Eagles estaban dominando la liga con Wentz como QB, y todo apuntaba a que iba a llevarse ese premio. En trece partidos tenía 3 296 yardas, 33 pases de TD y apenas 7 intercepciones. ¿Cómo andaba la presión sobre él? 28 sacks.
Regremos al 2020. Con once partidos jugados, Wentz tiene 2 326 yardas, 16 pases de TD y 15 intercepciones. ¿Los sacks? Ya va en 46. Si esto no nos deja ver el problema que está pasando este jugador, entonces no hay mucho que decir.
No estoy diciendo que Carson Wentz no tenga nada de culpa en esta situación, pero es un hecho que ningún QB puede llegar muy lejos sin una buena protección de su línea ofensiva. Entre 2017 y 2018 los Eagles tenían a una de las líneas más dominantes de la NFL, y eso se notaba en la producción de Wentz (y, dicho sea de paso, de Nick Foles). Sin esa unidad las cosas son muy distintas.
Así que antes de pensar en dejar ir a Carson Wentz (que, cabe mencionar, le costaría 59 millones a los Eagles en 2021), hay que ir planeando cómo proteger al QB que, hasta hace no mucho, era considerado el elegido en Philadelphia.