CB Stephon Gilmore, New England Patriots

Análisis del último cuarto del Super Bowl LIII

Con el partido empatado a tres puntos, después de tres cuartos todo se tenía que definir y así fue. Los Patriots no hicieron más que lo suficiente para derrotar a los Rams y conseguir su sexto título. Aquí está nuestro análisis del último cuarto del Super Bowl LIII.

El último cuarto, serie por serie

Los Rams estuvieron cerca de despejar otra vez después de cinco jugadas, pero un castigo de Stephon Gilmore los mantuvo con vida. El problema para Los Angeles es que poco después cometieron un castigo que puso en jaque su serie. Al final fue una de las mejores secuencias de los Rams en cantidad de jugadas (nueve) y tiempo de posesión (4:58), pero no logró avanzar mucho (solamente 33 yardas).

Con poco menos de diez minutos por jugar, Tom Brady salió a trabajar. Un pase a Edelman y dos a Gronkowski permitieron que la serie llegara a la zona roja de los Rams, y desde la yarda 2 Sony Michel logró el primer touchdown del encuentro. Esa jugada, por cierto, fue la primera de cualquiera de los dos equipos dentro de las últimas veinte yardas del rival.

Con siete minutos en el partido y ahora debajo por siete puntos le tocó el turno de los Rams, y Goff no pudo vivir a la altura de las expectativas. Después de mover 48 yardas el ovoide, Goff lanzó un par de pases largos para Brandin Cooks. El primer pase fue incompleto y el segundo fue interceptado por Stephon Gilmore, dejando a los Pats en la yarda cuatro de su terreno.

Con la necesidad de acabarse el reloj Sony Michel tuvo una excelente escapada de 26 yardas y con eso básicamente puso las cosas en hielo. Otra gran escapada de Rex Burkhead dejó las cosas todavía más a favor de la causa de New England. Al final esa serie terminó en un gol de campo de Stephen Gostkowski que puso el marcador de 13-3.

En su última oportunidad los Rams lograron mover el balón, y faltando ocho segundos intentaron un gol de campo que fue fallado por Zuerlein.

¿Qué nos dejó este último cuarto?

La ofensiva de Los Angeles tuvo un poco más de suerte en la segunda mitad, pero no lograron hacer lo suficiente para darle la vuelta al partido. La intercepción fue mortal, y de hecho se notó que había sido el golpe letal cuando la defensiva comenzó a ceder acarreos largos.

Para New England las cosas no fueron fáciles, pero la experiencia terminó por ser clave. Julian Edelman logró 141 yardas en diez recepciones, Rob Gronkowski tuvo otras 87 en seis atrapadas y eso ayudó a que el ataque terrestre encontrara espacios.

Es de destacar que la mejoría de la ofensiva de los Rams terminó siendo un problema, ya que se recortaron las oportunidades, y como no pudieron aprovechar las que tuvieron, resultó imposible remontar.

El Super Bowl LIII probablemente pasará a la historia como la victoria menos espectacular de New England, pero también fue una de las mejores demostraciones del talento de Bill Belichick como coach defensivo. Los Rams jamás encontraron su ritmo y eso fue porque los Pats siempre estuvieron encima de un Jared Goff que se quebró bajo la presión.


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