¿Qué va a pasar con los Cowboys este año (y en los próximos dos)?
Sabemos que hay muchos fans de los Cowboys en México, y por ello me dio por analizar qué podría pasar con ellos en el futuro inmediato y también a mediano-largo plazo, sobre todo ahorita que están teniendo éxito en su división.
En 2018
Los Cowboys tienen un récord de 8-6 en la NFC East y están a una victoria de asegurarla, ya que los Eagles están un partido abajo, igual que los Redskins, pero los dos pierden el desempate contra los Cowboys: Eagles por enfrentamientos directos y Redskins por récord dentro de la división.
Es probable que los Cowboys la aseguren este mismo fin de semana, ya que juegan contra un equipo muy inferior como el de los Buccaneers, en casa, donde tienen un récord de 6-1 en la temporada. Incluso, aunque pierdan este fin de semana, cierran contra unos diezmados Giants que ya no tienen nada por qué pelear.
La probabilidad es que se enfrenten en playoffs contra los Seahawks o contra los Vikings en Dallas. Creo que es probable que ganen su primer juego de playoffs, sobre todo si juegan contra los Seahawks, ya que pinta como un buen matchup en casa, con todas las armas para limitar el juego terrestre de Seattle, sobre todo por tierra, donde permiten sólo 71.4 yardas terrestres (en casa), y sabemos que esa es la personalidad ofensiva de los Seahawks. En caso de que jugaran contra los Vikings, aunque tendrían un matchup más difícil, también es probable que pasen de ronda: los Vikings tienen un récord de 2-4-1 fuera de casa.
En caso de que pasen de la ronda de Wild Card, lo probable es que se enfrenten a los Saints en New Orleans, y creo que ahí se les acaba la temporada. No confío en el temple de Dak Prescott para ganar un partido así, además de que tienen un récord de 2-5 fuera de casa y la defensiva de los Saints que ha permitido sólo 278 yardas por partido en los últimos tres juegos (sexta mejor de la liga en ese periodo) y es la segunda mejor defendiendo la corrida en casa (70 yardas permitidas). Obviamente confío más en la dupla Sean Payton-Drew Brees que en la dupla Jason Garrett-Dak Prescott.
De 2019 en adelante
No hay duda, a lo mejor en los siguientes dos o tres años los Cowboys serán un equipo de primera, y es lo que les durará su ventana para contender por un campeonato. Por mucho que los Cowboys tengan un roster de lujo y cuenten con jugadores jóvenes que pueden ser líderes por muchos años, el tema más preocupante será su capacidad para retener talento. Jugadores como Leighton Vander Esch, Byron Jones, Jaylon Smith o inclusive el mismo Ezequiel Elliott cargarán al equipo, pero tarde o temprano Dak Prescott exigirá un contrato de al menos 25 a 30 millones de dólares por año, Elliott exigirá de 15 a 18 millones anuales, y jugadores como Byron Jones, Demarcus Lawrence y Amari Cooper exigirán de 15 a 17, 19 a 23 y 16 a 19 millones de dólares, respectivamente.
Esto a la larga podría mermar las probabilidades de campeonato de los Cowboys, dado que Dak Prescott, en mi opinión, no es un quarterback que pueda cargar al equipo sin talento premium a su alrededor.
Conclusión
Los Cowboys tienen que aprovechar lo mejor posible los próximos dos años para buscar un campeonato, ya que en caso de no hacerlo, se enfrentarán a graves problemas de tope salarial. Dicho esto, la manera de solucionar ese problema es seguir drafteando bien. Los Cowboys han hecho un trabajo magistral drafteando en los últimos años: fuera de Cooper, la base de su equipo proviene del sorteo colegial.
Así, sustituyendo a los veteranos con jóvenes consistentes como Leighton Vander-Esch, podrán seguirle dando a Prescott el apoyo que necesita. Porque no lo duden, sin saber si es bueno o malo, Jerry Jones ama a Dak y quiere que se quede por muchos años, igual que ama a Jason Garrett y a Amari Cooper. Si Jerry ama a alguien, lo protege aunque no de el ancho (cof, cof, Garrett).