Las 5 mejores clases de quarterbacks de todos los tiempos – última parte

Última de cuatro partes

Vaya camadas tan plenas de estrellas hemos podido disfrutar en la posición de QB a lo largo de la historia de la NFL. Haciendo un recuento –con sus respectivas ligas para que puedan disfrutar de los detalles– la lista va así:

5.- Clase del Draft NFL 2012 (K. Cousins, N. Foles, R. Griffin, A. Luck, R. Tannehill, R. Wilson)

4.- Clase del Draft NFL 1957 (J. Brodie, L. Dawson, S. Jurgensen, J. Kemp, Milt Plum)

3.- Clase del Draft NFL 2004 (E. Manning, P. Rivers, M. Schaub, B. Roethlisberger)

2.- Clase del Draft NFL 1971 (K. Anderson, L. Dickey, A. Manning, D. Pastorini, J. Plunkett, J. Theismann)

Es momento de cerrar esta serie con la mejor clase de quarterbacks de la historia, cuya simple mención debe ser una referencia para cualquiera que se diga verdadero fan de la NFL:

1.- Clase del Draft NFL 1983

Miembros destacados: Todd Blackledge, Tony Eason, John Elway, Jim Kelly, Dan Marino, Ken O’Brien.

Un bust del tamaño de la clase  

Todd Blackledge fue el segundo quarterback tomado en ese Draft, con el séptimo pick global, por los Kansas City Chiefs. A pesar de ser considerado el segundo mejor pasador luego de su campeonato nacional con la universidad de Penn State en 1982, en la NFL su carrera fue un desastre.

Blackeledge nunca pudo jugar una temporada completa, lo cual fue quizá su detalle más relevante a falta de algo mejor que resaltar, salvo ser el arroz negro de este grupo.

La estrella de NE antes de Brady

Tony Eason siguió con el pick 15 a Jim Kelly (14). Disfrutó de una buena carrera con la universidad de Illinois y los scouts lo amaban por su constitución física y su habilidad como pistolero. Ya en los New England Patriots fue artífice de una época importante para el equipo, pues luego de muchos  años perdedores por fin lograron hacerse de un nombre en la NFL.

En 1985 alcanzó el mayor logro de la franquicia hasta entonces, cuando llegó al Super Bowl XX después de tres victorias como visitante en los playoffs, incluyendo triunfos ante los Jets de Ken O’Brien y los Dolphins de Dan Marino. Finalmente, el día del Super Bowl tuvo probablemente la peor actuación en la historia del evento, con 0 de 6 pases completos y un fumble, siendo remplazado por Steve Grogan en la mayor paliza del Súper Domingo hasta el momento, en que la defensa 46 de los Bears venció fácilmente por 46-10 a los Patriots.

En 1986 Eason tuvo su mejor temporada. Con marca de 11-5 los Pats ganaron el título divisional aunque perderían inmediatamente ante los Broncos en la ronda divisional. El resto de su carrera fue triste, con apenas diez inicios en sus siguientes cuatro años. En 1990 dejó el football al tiempo que Dan Marino dominaba los aires en la NFL.

El QB correcto con el pick equivocado

Quien diga que el hubiera no existe debería pensarlo dos veces, pues una decisión de Draft fue tan cuestionada que llegó a opacar la gran carrera de un QB por el resto de la historia. los New York Jets decidieron tomar con el pick 24 a un Ken O’Brien, un chico de la pequeña universidad UC Davis, sobre “un tal” Dan Marino que tenía la etiqueta de “controvertido”.

Como novato, O’Brien no tenía mucho que hacer pues Richard Todd era el titular indiscutible de los Jets. Dos años después por fin tomó las riendas del equipo, dándole a los Jets una de sus mejores temporadas en 1985, cuando el equipo obtuvo marca de 11-5 y un lugar en los playoffs, donde cayeron en la ronda de Wild Card ante los Patriots de Tony Eason. En lo individual, O’Brien obtuvo su primera nominación al Pro Bowl y el Player of the Year por la AFC.

En 1986 O’Brien se convirtió en el primer mariscal en lanzar para más de 400 yardas y poner un rating perfecto de 158.3 en un juego –hazaña que Nick Foles igualó en 2013– y durante el mismo año dio otra de las actuaciones más memorables de todos los tiempos al combinarse con Dan Marino para 927 yardas en un juego que terminó a favor de los Jets por 51-45.

Lamentablemente para este gran QB jamás pudo superar a Dan Marino en lo individual. Si bien su carrera fue sólida con más de 25 000 yardas por pase, siempre será recordado como la víctima de una decisión equivocada de los Jets por dejar ir a Dan Marino.

El rey sin corona I

Dan Constantine Marino, mejor conocido como Dan the Man fue el ultimo pasador tomado en la primera ronda del Draft de 1983 con el pick número 27. Para muchos, sigue siendo hasta nuestros días el mejor quarterback que haya pisado un campo de football. Nacido en Pittsburgh, Ohio, Marino se convirtió en una leyenda de la ciudad. Durante su estancia en la universidad de Pittsburgh tuvo récord de 33-3 y en 1981 se ganó su nominación como All-American.

Por desgracia, su temporada Senior fue la peor para él, con 17 TD y 23 intercepciones. Además de su baja de juego, los rumores sobre su abuso de drogas dispararon las alarmas entre las franquicias; fue por ello que debió presenciar cómo los nombres de Blackledge, Eason, Kelly y O‘Brien desfilaron antes del suyo.

Como novato, Marino llevó a los Dolphins a los playoffs, donde cayeron ante los Seattle Seahawks que aún jugaban en la AFC. En 1984 Marino registró la mejor campaña para un QB en la historia de la NFL hasta ese momento con 48 pases de TD y 5 084 yardas. Su desempeño le valió el premio MVP de la liga y llegar al Super Bowl XIX, donde cayó ante los 49ers de Joe Montana.

El resto de su carrera es bien conocido: se convirtió en el hombre récord de cualquier tipo de estadística que se nos ocurra. Lamentablemente, el mayor logro de este deporte, el Super Bowl, nunca llegó a sus manos. Su carrera incluye tres nominaciones All-Pro, cuatro nominaciones al segundo equipo, MVP, Rookie of the Year, Comeback Player of the Year, Walter Payton Man of the Year, nueve Pro Bowls y finalmente su lugar en el Hall of Fame en el 2005 como First Ballot.

Dan Marino siempre será recordado como el mejor QB de la historia sin ganar un Super Bowl. De haberlo logrado, muy probablemente seria reconocido como el mejor de todos los tiempos. Tiene una estatua en su honor en el Hard Rock Stadium de Miami e inició su carrera como analista deportivo para la CBS. Desde 2014 es consejero de los Dolphins y trabaja de cerca con los quarterbacks.

El rey sin corona II

Al igual que Marino, Jim Kelly nunca pudo ganar el gran juego y aunque hoy en día siguen vigentes las bromas por haber perdido cuatro Super Bowls de manera consecutiva, creo que pocas veces se le ha dado el debido reconocimiento a tal hazaña. Ningún otro pasador ha llegado al Super Bowl cuatro años consecutivos más que Kelly, quien lo hiciera de las ediciones XXV al XXVIII.

Originario también de Pittsburgh, Kelly soñaba jugar con Penn State. Sin embargo el coach Joe Paterno sólo le ofreció un puesto como linebacker. La universidad de Miami, por otra parte, le ofreció el puesto de quarterback que él deseaba. El calor, las luces, las chicas, y el modo de vida en la playa eran muy atractivos para Kelly, quien, siguiendo el ejemplo de John Elway, le dijo a su agente que no jugaría para ninguna de las siguientes tres franquicias de la NFL: los Green Bay Packers, Minnesota Vikings y los Buffalo Bills por su gélido clima.

El destino quiso que Buffalo lo seleccionara en el Draft y, a su pesar, Kelly se encontraba a punto de firmar su contrato de novato en las instalaciones de los Bills. Entonces se dio una de las anécdotas más bizarras de la historia de la liga cuando una secretaria cometió el error de pasarle a Kelly una llamada “urgente” por teléfono. Del otro lado de la línea estaba Bruce Allen, presidente de los Chicago Blitz de la USFL, quien le ofreció en ese momento otro jugoso contrato y una ciudad más atractiva que Buffalo. Así, Kelly y su agente salieron de la reunión y dejó a los Bills plantados en el altar.

A la USFL, sin embargo, sólo le importaba que Kelly jugara en la liga sin importar en qué equipo. Kelly disputó dos temporadas en la USFL rompiendo varios récords, pero cuando los Gamblers desaparecieron por problemas financieros, el QB se unió a los New Jersey Generals –propiedad del ahora presidente Donald Trump– pero nunca jugó para este equipo, pues la liga desapareció. En 1986 regresó a la NFL y, paradójicamente, al gélido clima de Buffalo.

Bill Polian fue el encargado de convencer a Kelly de unirse al interesante proyecto que tenía entre manos y así Kelly cambió la cultura perderdora de Buffalo para convertirlo en un equipo contendiente. En 1989 cayeron en el juego divisional ante los Browns por 34-30; pese a ello, la ofensiva de los 2 minutos fue ejecutada de manera increíble por Kelly y a partir de entonces los Bills adoptaron dicha estrategia de tiempo completo, dando inicio así a la famosa K-Gun Offense.

Los Bills dominaron la NFL, al menos, hasta el Super Bowl XXVIII, siendo el XXV el más cercano a su alcance, cuando Scott Norwood falló el gol de campo del triunfo que en su lugar dio la victoria por 20-19 a los New York Giants.

Con su familia creciendo, Jim Kelly le dijo adiós a la NFL en 1997 en pro de su salud. Sólo lanzó para 35 467 yardas en 11 campañas, pero de no haberse ido a la USFL ni acortar su carrera por la enfermedad, quizá hubiese terminado a la par de los números de Elway y Marino. En 2002 entró al Hall of Fame en su primer año de elegibilidad.

Con todo y su extraordinaria carrera, el mayor logro de Kelly es más actual y fuera de las canchas. Después de vivir la muerte de su hijo Hunter, quien nació delicado de salud, ahora él mismo se encuentra en una batalla contra el cáncer que parecía superada en una primera instancia pero recientemente se dio a conocer que la enfermedad ha regresado. Sin duda ha tenido que comportarse como el mayor guerrero de la Generación del 83.

El que sí ocupó el trono

Llegamos al final de esta camada con John Elway, quizá el mejor prospecto en toda la historia del Draft, con un revuelo solamente comparado al que recibieron Peyton Manning y Andrew Luck. El joven Elway tenía un brazo privilegiado que le permitió llamar la atención de scouts de football y baseball por igual; sin embargo su padre hizo lo posible para que eligiera el football. Jack Elway fue un conocido entrenador de football a nivel universitario incluso rival de su propio hijo con la universidad de San Jose State, posteriormente entrenador de Stanford tras la partida de John a la NFL y finalmente entrenador del Frankfurt Galaxy de la extinta NFL Europa.

John Elway encabezó la mejor clase de quarterbacks de todos los tiempos y pese a ser elegido con el primer pick global por los Baltimore Colts, dejó en claro sus intenciones de jugar con los Yankees de New York –quienes lo habían reclutado también en el MLB Draft de 1981– de no ser cambiado a un equipo que según él tuviese oportunidades reales de ganar un Super Bowl. Aunque la principal razón pudo ser que el entrenador Frank Kush, nombrado head coach de los Colts en 1982, tenía una formación militar para muchos excesiva, incluyendo a los Elway.

Los Colts terminaron mandando a John con los Broncos en de los peores trades de la historia de la liga, después se fueron a Indianápolis y tuvieron que esperar más de una década por Peyton Manning. Mientras tanto, en Denver, Elway cambió de inmediato el rumbo de la franquicia. Intercambiando la titularidad con el veterano Steve DeBerg, los Broncos llegaron a los playoffs en su campaña de novato pese a los varios errores de John en el campo.

Los primeros años de Elway tuvieron momentos agridulces. Si bien hizo de los Broncos un contendiente en la AFC, su equipo no era pieza para los rivales de la NFC, perdiendo en años consecutivos el Super Bowl XXI-XXII y XXIV por paliza. Sus constantes fracasos en Playoffs lo hicieron objeto de burlas. Quizá la más memorable vino en la serie animada de Los Simpson, en el episodio en que a Homero le regalan la franquicia de los Broncos y éste los hace menos por no ser los Dallas Cowboys, la dinastía de los noventa.

En 1996, ya en el ocaso de la carrera de Elway, llegó el coach Mike Shanahan con su filosofía West Coast y el arribo del running back Terrell Davis un año antes aportó el balance que su equipo necesitaba. Finalmente los Broncos de Elway dieron la campanada ante los vigentes campeones y favoritos Packers de Brett Favre en el Super Bowl XXXII. Inmediatamente refrendaron su titulo en el Super Bowl XXXIII ante los Falcons, juego que marcó el final de su carrera.

John Elway fue MVP de la liga en 1987, NFL Man of the Year en 1992, NFL 1990’s All Decade Team e inducido al Hall of Fame en 2004. Actualmente  es el general manager de los Broncos y conquistó el Super Bowl 50 con Peyton Manning como QB.

Conclusión

Si bien la clase de 1983 está lejos de ser la más ganadora de la historia, sin duda nos heredó tres quarterbacks con las credenciales para ser considerados los mejores de todos los tiempos. En lo colectivo John Elway, Dan Marino y Jim Kelly representan un gran legado para la NFL, no sólo por sus números o campeonatos, sino por el estatus simbólico que representan –más allá de sus equipos y de esta liga, para el football en general.

Este es sólo el último y más complicado aspecto de la inmensa lista de logros, números y retos que hemos presentado en esta serie y que los quarterbacks de la camada 2018 deberán superar para ganarse un lugar entre las más distinguidas clases de la historia.

¡Esperamos que hayan disfrutado esta serie y bienvenidos sus comentarios, preguntas, discrepancias y opiniones!

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