5 observaciones del triunfo de los Bengals vs Dolphins
La semana 4 comenzó con un duelo disparejo en el Paul Brown Stadium en el que los Cincinnati Bengals se impusieron con relativa facilidad a los Miami Dolphins 22-7.
Estas son 5 observaciones sobre el triunfo de los Bengals vs Dolphins.
1.- A.J. Green, la ofensiva del partido
Fuera de lo hecho por el número 18 de los Bengals no hubo mucho más hacia donde voltear en ninguna de las dos ofensivas, sin embargo 10 recepciones para 173 yardas y un touchdown no es para nada poca cosa; esos fueron los números que consiguió Green.
Llama la atención que para el medio tiempo ya había rebasado las 100 yardas y anotado su TD, por lo que en la segunda mitad lo único que hizo fue acumular unas pocas más.
El QB Andy Dalton lo buscó en todo tipo de trayectorias; drags, gos, digs, slants, y el joven perímetro de Miami simplemente no tuvo respuesta.
2.- Frontal dominante de Cincinnati
Este fue uno de los casos en los que se combinó una línea ofensiva deficiente con una sólida frontal defensiva.
El QB Ryan Tannehill pasó una noche de pesadilla en la que principalmente Geno Atkins y Carlos Dunlap lo atormentaron de manera frecuente, sin embargo Domata Peko, Will Clarke, Michael Johnson y Pat Sims también se hicieron presentes.
Utilizando looks de ‘Double A Gap Blitz’, presionaron sólo con cuatro hombres a la vez y eso era más que suficiente para meter en problemas a la línea ofensiva de Miami. Cuando la jugada no terminaba en sack, sí apresuraban al QB o bateaban el pase en la línea.
A todo esto hay que agregar un par de entregas de balón, un pase interceptado y un fumble provocado por Dunlap. Simplemente demasiado para los Dolphins.
3.- La inoperancia ofensiva de los Dolphins
El ataque dirigido por Adam Gase enfrentó por tercera semana en la temporada a un equipo dirigido por una mente defensiva (Pete Carroll, Bill Belichick y Marvin Lewis).
Esta vez, un pase de 74 yardas a Kenny Stills que terminó en los únicos 7 puntos que anotaron es todo lo que los Dolphins pueden presumir después de estos cuatro cuartos.
El cuadro de Tannehill simplemente nunca pudo carburar para armar una serie ofensiva sostenida que les diera esperanza en el partido y permitiera a su defensiva tomar aire para regresar al campo.
El abismal juego de su línea ofensiva provocó que su juego terrestre no llegara ni a las 70 yardas y por pase no alcanzaran las 200 (incluso con la ya mencionada jugada de 74).
4.- Los inefectivos Bengals
A pesar de que se impusieron con un marcador holgado, Mike Nugent tuvo que anotar cinco goles de campo porque la ofensiva de los Bengals se quedaba atorada al pasar el medio campo.
De haber tenido frente a ellos una ofensiva mejor articulada que Miami habrían tenido muchos más problemas para imponerse. Para ser sinceros, este partido debió haber terminado con más de 30 puntos a favor de los Bengals y con el backup A.J. McCarron rodeado por el resto de los suplentes en el campo.
5.- La indisciplina de los Dolphins
Por si fuera poco el mal desempeño de su ofensiva, hay que agregar la tremenda indisciplina de su defensiva, que constantemente mantuvio al ataque de Cincinnati en el campo gracias a castigos. Cuando cometían penalties en downs tempranos le permitían a los Bengals jugar al frente de las cadenas, pero los más dolorosos vinieron en terceras e incluso en una cuarta oportunidad que prolongó un drive.
Esto es sólo una señal de la cultura nociva que impera en Miami. Sin importar la cantidad de talento que puedan tener en ambos lados del balón, simplemente la cultura de la franquicia está dañada desde muy adentro. El head coach Adam Gase tiene un reto enorme de cambiar ese rumbo.