Eddie DeBartolo Jr, el dueño que creó un imperio en San Francisco
Desde este sábado, Eddie DeBartolo Jr. será un personaje recordado por siempre. No debido a negocios fracasados, casos de corrupción, malas decisiones o alegatos de acoso sexual, sino gracias a la construcción, mantenimiento, éxito y consolidación de un equipo que marcó época. Para la historia de la NFL, DeBartolo será reconocido en el Salón de la Fama como un gran contribuyente al juego de football.
Eddie De Bartolo estuvo al frente de la franquicia de los San Francisco 49ers por 23 años, siendo su primer y más importante acierto el contratar a uno de los mejores coaches de la historia, el también miembro del Salón de la Fama Bill Walsh, quien le ayudó de inicio a cambiar la cultura del equipo y forjar una mentalidad completamente ganadora.
Bajo el mandato de Eddie DeBartolo, los 49ers consiguieron 5 títulos de Super Bowl (récord para un dueño al hacerlo en sólo 13 años), 10 Finales de Conferencia, 13 títulos divisionales, 16 temporadas seguidas con 10 victorias o más y 13 victorias promedio por temporada.
DeBartolo es famoso por la relación cercana que llevaba con sus jugadores y lo involucrado que estaba en la construcción del equipo; de hecho, el “Señor D”, como los jugadores le decían, revolucionó la manera de llevar un equipo como dueño, gracias a esa relación cercana con sus jugadores y a que nunca escatimó gastos para su comodidad, dándoles los mejores lujos. Él mismo lo dice cuando habla de su secreto: “Si tuviera que elegir una cosa, sería las relaciones que tenía con los fans y los miles de jugadores que pasaron por nuestro edificio”, dijo en febrero de este año cuando se anunció su inducción al Salón de la Fama.
Pero para los jugadores, ¿cuál era la clave? “Hacíamos todo en primera clase” Dijo el receptor HOF de los 49ers Jerry Rice. “Había jugadores de otros equipos que querían venir a los 49ers por Eddie DeBartolo”. “Es el mejor dueño que ha existido”, dijo Rice.
El artífice estratégico del imperio que representaron los 49ers en la década de los 80, sin duda fue Debartolo; su complemento táctico perfecto fue Walsh. Con esta dupla, el equipo de la bahía se convirtió en una dinastía que es y será recordada por siempre en la historia de la liga; su éxito dentro del campo y su estilo de dirección marcaron la pauta en su momento y para generaciones venideras.
A partir del sábado pasado, fue inmortalizado por medio de un busto colocado entre lo más destacado en la ciudad de Canton, Ohio al interior del Salón de la Fama de la NFL, un lugar que se tiene bien ganado.
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