El día que Muhammad Ali pisó el Mile High Stadium

El 14 de Julio de 1979 se dio un espectacular acercamiento entre dos deportes que cautivaban por completo al público norteamericano. Muhammad Ali, el mayor ídolo del boxeo, enfrentó en una pelea de exhibición nada menos que al jugador All-Pro de los Denver Broncos, Lyle Alzado.

Un mes antes, Ali había anunciado su retiro y tenía programada una pelea de exhibición ante el excampeón mundial Jimmy Ellis, quien por diversos motivos no pudo cumplir con el compromiso. Ante la insistencia de Ali se buscó otro contrincante, por lo que el promotor Lyle Pederson tomó el teléfono y contactó al famoso defensive end de los Broncos.

“Lyle Pederson me llamó y dijo: ¿Te gustaría pelear contra Muhammad Ali? Pensé que era una broma pero no lo era, nosotros íbamos a pelear”, comentó Alzado en una entrevista.

Antes de ser conocido como Darth Raider, Lyle Alzado ya era una estrella de la NFL y en ese entonces se encontraba en la última de sus ocho temporadas con los Denver Broncos, donde estaba convertido en una máquina de sacks. Apenas un año antes había disputado el Super Bowl XII en la derrota ante los Dallas Cowboys por 27-10. Ahora Alzado pondría a prueba sus habilidades sobre un ring ante Ali, la leyenda viviente.

Incluso para un jugador de NFL subirse a un cuadrilátero para pelear contra Ali era una locura, pero Alzado tenía su propio historial como boxeador amateur, con un llamativo record de 44-1. En aquellos años los jugadores no recibían millones de dólares por jugar en la NFL, Alzado ganaba 90 mil dólares con los Broncos y la pelea contra Ali le daría 100 mil dólares por ocho rounds de golpes suaves, además de una gran publicidad para buscar un nuevo contrato con Denver.

Para la pelea se reportó que Alzado pesaba 250 libras; Ali contaba con veinte libras menos pero eso no importaba para una exhibición. El escenario, el Mille High Stadium, casa de los Denver Broncos; los protagonistas, el jugador All-Pro contra uno de los deportistas más grandes del siglo XX.

Sonó la campana ese 14 de julio y el ícono del box salió en un plan relajado, bailando, sonriendo a sabiendas de que era una pelea “amistosa”, pero no así Alzado, quien salió a demostrar su valía ante Ali intentando conectar sus mejores golpes mientras los comentaristas bromeaban: “Es el primer hombre en capturar a Joe Namath y golpear a Muhammad Ali”.

Alzado seguía llevando el ritmo de la pelea con su intensidad y Ali comenzó a notarse abrumado por los golpes de Alzado en lo que se suponía era una exhibición, entonces inició el contraataque. Ahora el estelar de la NFL pasó a recibir los verdaderos golpes del box. A partir de ese momento Ali llevó el ritmo de la pelea y aunque claramente no enfrentaba a George Foreman o Joe Frazier tuvo en Alzado un digno rival. La pelea concluyó sin incidentes y los protagonistas bajaron ovacionados por el buen espectáculo que brindaron.

A pesar de haber vivido este momento de fama, Alzado fue cambiado en ese mismo verano a los Cleveland Browns. Tras un par de años en la perrera fue enviado a los L.A. Raiders, donde se volvió Darth Raider y ayudó a este equipo a ganar el Super Bowl XVIII, pero esa es otra historia que merece contarse en un artículo aparte.

Por su parte, Ali, volvió del retiro en 1980 ante Larry Holmes y en 1981 ante Trevor Berbick, pero sus actuaciones no hicieron justicia a su ilustre carrera. Probablemente la exhibición ante Alzado fue su última pelea dominante.

Con esta anécdota recordamos a la leyenda más grande del box que el tres de Junio del 2016 partió de este mundo, no sin antes dejar un legado absoluto dentro y fuera del ring.

Muhammad Ali es tal vez la máxima figura del deporte americano. Su importancia en la cultura popular es incluso más significativa que la de ídolos como Michael Jordan, Joe Montana o Babe Ruth. Los jugadores de la NFL también rindieron tributo al campeón y se va como una gran fuente de inspiración para millones de personas en Estados Unidos y el mundo.

Hasta siempre, campeón.

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